Inspeccionan planta de Mitsubishi tras escándalo de manipulación
Personal del Ministerio de Transportes visitó un centro técnico de Mitsubish en el centro de Japón para realizar una primera inspección in situ, según informó la cadena pública NHK. El canal también informó de que se ha dado plazo a la compañía hasta el próximo 27 de abril para presentar un informe sobre este falseo de datos, cuyo verdadero alcance aún se desconoce. También ha pedido a otras empresas automotrices reportes sobre métodos utilizados en pruebas de eficiencia ante la posibilidad de que existan más irregularidades.
El caso contribuye a empeorar la reputación del sector, en entredicho tras el escándalo de manipulación de emisiones de Volkswagen, que incluyó un software en 11 millones de coches diesel para que redujeran el volumen de gases contaminantes a expulsar en el momento de ser testados.
Los datos falseados
Mitsubishi Motors admitió en la víspera que sus empleados modificaron la presión del aire de los neumáticos durante las pruebas para evaluar el consumo de cuatro modelos de minivehículos (coches con motores de menos de 660 centímetros cúbicos) de los cuales se han vendido unas 625.000 unidades en Japón.
Como resultado, estos vehículos (de los cuales la mayoría, unos 468.000, fueron comercializados por la también nipona Nissan Motor) fueron vendidos bajo la falsa garantía de que su consumo -una de las facetas que permite a los minivehículos ser competitivos- era entre un 5 y un 10 por ciento más eficiente de lo que en realidad es. Las pruebas fueron realizadas además con estándares que no están homologados por el Gobierno nipón desde 2002.
Acciones siguen cayendo
El ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, subrayó hoy en rueda de prensa la "gravedad" del caso por el efecto que tiene sobre "la confianza de los consumidores".
Las acciones de la empresa siguieron desmoronándose este jueves en la bolsa de Tokio, donde perdieron este jueves más de un 20 por ciento de su valor. En la víspera habían caído ya un 15 por ciento.
Este no es el primer escándalo al que se enfrenta Mitsubishi Motors, que hace más de diez años confesó haber ocultado sistemáticamente durante décadas defectos en sus vehículos. Además, la automotriz habría estado llamando automóviles a talleres durante mucho tiempo sin avisar de ello como debía a las autoridades.