Kevin Chelli Bird, un habitante de Melbourne, descubrió delante de su casa a la paloma, al día siguiente de Navidad, según los medios australianos.
Llevaba un anillo en la pata, lo que permitió descubrir que "Joe", apodado así en referencia al nuevo presidente de EEUU, se habría perdido durante una carrera que se desarrolló en octubre en Estados Unidos, explicó Chelli Bird al diario Herald Sun.
Esto permitió rastrear al propietario de "Joe", que vive en Alabama.
"Creemos que durante la carrera se desvió, se dirigió hacia el mar, aterrizó en un barco y se la llevaron", bromeó en la edición del miércoles del periódico. Sin embargo, este viaje épico no le hace ninguna gracia a las autoridades australianas, ya que el ave violó las estrictas medidas de entrada al continente.
"Como no ha sido preparado legalmente para la importación o importado, se desconoce la situación sanitaria de esta ave y de todos aquellos con los que ha estado en contacto desde su partida y antes de su llegada", declaró una portavoz del ministerio de Agricultura en un comunicado.
"Esto representa un riesgo de bioseguridad para la fauna aviar australiana y nuestra industria avícola", añadió.
Deberá ser sacrificado porque llegó de Estados Unidos sin haber cumplido la cuarentena.
Australia impone una reglamentación muy estricta sobre los animales para evitar la propagación de enfermedades. Los gatos y perros procedentes de Estados Unidos están sometidos a 10 días de cuarentena.