AFP
India, tercer emisor mundial de gases con efecto invernadero, ratificará este domingo el acuerdo de París sobre el clima, un paso en favor del tratado, que entrará en vigor próximamente.
El documento ratificado por Nueva Delhi será transferido a la sede de Naciones Unidas en Nueva York a las 10:00 locales (14:00 GMT), indicó a la AFP el portavoz del ministerio de Medio Ambiente indio, un procedimiento que se realizará sin ceremonias.
Con la idea de cultivar su imagen de Gobierno ecologista, el poder ejecutivo del nacionalista hindú Narendra Modi eligió la simbólica fecha del 2 de octubre, aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi, para ratificar el acuerdo de la COP21.
Según declaró Modi para explicar su decisión, su vida ha estado marcada por la huella de carbono.
El acuerdo de París apunta a limitar el calentamiento global por debajo de 2ºC respecto a los niveles preindustriales.
Para que entre en vigor, el acuerdo, cerrado en diciembre de 2015, debe ser ratificado por, al menos, 55 países que sean responsables, como mínimo, del 55% de las emisiones de gases con efecto invernadero.
Así, con India y su 4,1% de las emisiones mundiales, un total de 62 países, responsables de casi el 52% de las emisiones mundiales, habrán ratificado el acuerdo.
China y Estados Unidos, los dos países que más contaminan, contribuyeron a acelerar el proceso al firmar el texto a principios de septiembre durante una cumbre en la que se reunieron los presidentes Xi Jinping y Barack Obama.
Por su parte, la Unión Europea (12% de las emisiones) lo ratificará en los próximos días.
Argentina, Brasil o México, así como importantes productores de petróleo, como Brunei y Emiratos Arabes Unidos, ya lo ratificaron.
Sí al acuerdo, también al carbón
Pero, a pesar de sus promesas ecologistas, India depende en gran medida de sus muy contaminantes centrales de carbón, que cubren cerca del 60% de su producción de electricidad.
El gigante del sur de Asia debe conciliar las exigencias de su crecimiento sostenido (7,6% en 2015/2016) con una demanda energética en aumento y la necesidad de crear empleo masivamente para las jóvenes generaciones que se van incorporando al mercado laboral.
"India es una de las pocas grandes economías que no ha prometido abandonar el carbón", apuntó Joydeep Gupta, director de la página The Third Pole, especializada en las cuestiones medioambientales y climáticas del sur de Asia.
Para mejorar su huella ecológica, Nueva Delhi ha hecho de la energía solar la piedra angular de su estrategia, fijándose el ambicioso objetivo de llevar su producción solar hasta los 100 gigawatios en 2022, es decir, más de diez veces su capacidad actual.
Sin embargo, según sus proyecciones, el carbón continuaría siendo la primera fuente de energía de India.
Si bien los expertos reconocen el compromiso del gobierno de Modi en favor de las energías renovables, su política en materia de medio ambiente deja todavía mucho que desear, según ellos.
"[El gobierno de Modi] ignora los problemas de la contaminación del aire, del agua, del suelo. Y su actitud no es favorable con los militantes ecologistas", a quienes el gobierno, en el poder desde 2014, percibe como un obstáculo al crecimiento, explicó Gupta.