Unos investigadores determinaron que unos restos fósiles hallados en la costa de Chile le pertenecen un animal prehistórico herbívoro que tenía una apariencia similar a la de un guanaco, según se detalla en un reciente estudio publicado por la revista Journal of Mammalian Evolution.
Una mandíbula parcial, vértebras cervicales y torácicas, falanges y otros huesos, fueron encontrados hace 18 años en Bahía Inglesa, un pueblo costero ubicado a 870 kilómetros al norte de Santiago. Desde entonces, estos habían sido conservados por el Museo Nacional de Historia Natural, pero no habían sido estudiados.
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Una nueva especie
En 2016, un grupo de investigadores de la Universidad de Chile y de la Universidad de Edimburgo (Escocia) decidió examinar los restos. Los especialistas concluyeron que se trataba de una especie desconocida y más pequeña de macrauquénido, un mamífero ungulado terrestre ya extinto, que habitó la zona hace unos 7 millones de años.
"El más famoso de estos animales es Macrauchenia patachonica, el primer ungulado nativo sudamericano que encontró Charles Darwin durante una expedición en Argentina en 1834, hace ya casi 200 años, un animal de anatomía tan extraña que no sabían cómo categorizarlo", afirmó en un comunicado de la Universidad de Chile el autor principal, Hans Püschel.
No tiene parentesco con los guanacos
Si bien tendría un aspecto parecido con los guanacos o los camellos, el animal oficialmente nombrado como Micrauchenia saladensis no está directamente emparentado con estos.
"Cuando se describió el primero de ellos, se les asoció a los camélidos, como las llamas o los camellos. Se pensaba que eran parientes, pero ahora sabemos que no es así", explicó Püschel.
Se desconoce si tenían una trompa
Si bien ha sido representado artísticamente con una trompa, para los científicos no está claro si es que esta especie poseía una: "Tiene una especie de forado que hace pensar que hay una inserción muscular de algún tipo, pero no se parece a nada de lo que tenemos actualmente", detalló el investigador de la Universidad de Edimburgo.
"Un estudio sugiere que era parecido al labio más desarrollado de los alces, pero no como la trompa que tienen los elefantes o los tapires. Entonces, tampoco podemos especular cuál habría sido su función, porque no estamos seguros si la tenía", agregó.
El M. saladensis habría pesado entre 53 y 102 kilogramos, mucho menos que otras especies relacionadas, las cuales habrían llegado a pesar hasta una tonelada. Se trata del segundo hallazgo más importante de un animal terrestre en Bahía Inglesa, y el primer macrauquénido de Mioceno tardío hallado en la costa occidental de Sudamérica.