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El presidente chino, Xi Jinping afirmó el sábado que Hong Kong era en la actualidad más libre que antes, advirtiendo contra los desafíos "inadmisibles" a la autoridad de Pekín, 20 años después de la retrocesión de la excolonia británica.
El mandatario lanzó este aviso en un discurso televisado pronunciado poco después de haber hecho prestar juramento a la nueva jefa del ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, mientras que manifestantes a favor y en contra de Pekín se habían enfrentado poco antes de esta ceremonia.
Funcionaria de alto rango de 60 años, Lam fue designada -como sus predecesores- por un comité electoral favorable a Pekín y ya ha sido acusada de ser la marioneta del régimen chino, en una ciudad en la que muchos piensan que China ha dejado de respetar el principio de "Un país, dos sistemas" que rigió la retrocesión en 1997.
Desde el comienzo de la primera visita de Xi Jinping como presidente, la megalópolis de casi ocho millones de habitantes ha sido escenario de numerosas manifestaciones de hongkoneses contra un aumento de la injerencia china en ese territorio, que goza de unas libertades desconocidas en el continente.
El sábado por la mañana, Xi advirtió que "todos los esfuerzos para poner en peligro la soberanía nacional, para desafiar a la autoridad del gobierno central y la Ley fundamental de Hong Kong" suponían el cruce de "una línea roja" y que son "absolutamente inadmisibles".
Privilegios
La ciudad del delta del río de las Perlas goza desde hace 20 años, sobre el papel, de unos privilegios únicos en comparación con el continente, como la libertad de expresión, un sistema judicial independiente o una dosis de sufragio universal en la elección de su órgano legislativo.
Sin embargo, varios incidentes reforzaron los temores respecto a la actitud de China, especialmente la "desaparición" en 2015 de cinco libreros conocidos por publicar obras con contenidos contra los dirigentes chinos. Poco después, aparecieron en el continente.
Un movimiento radical favorable a la autodeterminación, o incluso la independencia, emergió en Hong Kong tras el fracaso, en 2014, del "Movimiento de los paraguas". Esta inmensa movilización de militantes que pedían más democracia paralizó durante semanas la ciudad.
Xi Jinping aseguró el sábado, cuando se cumplían veinte años exactos de la retrocesión, que Hong Kong tenía hoy "más derechos democráticos y libertades que en ningún otro momento de su historia".
Lam prestó juramento bajo una gran bandera china en el centro de convenciones, justo antes de estrechar la mano de Xi, que efectuaba su primera visita a la ciudad desde que fuera investido presidente en 2013.
El viernes, el ministerio chino de Relaciones Exteriores consideró que la declaración sinobritánica de 1984, que había fijado los términos de la retrocesión, ya no era "pertinente".
Ese texto detallaba el principio "Un país, dos sistemas" que, en teoría, garantiza a Hong Kong unas libertades desconocidas en el continente hasta 2047.
Manifestación
El sábado por la mañana, partidarios de China atacaron el sábado por la mañana una pequeña manifestación de militantes que rendía homenaje a las víctimas de la represión del movimiento de Tiananmen en 1989, que coincidía con el momento en el que los invitados iban llegando al centro de convenciones.
Cuando esos manifestantes se disponían a llevar un falso ataúd cerca del centro de convenciones, como hacen cada año, un hombre salió de la multitud para darle patadas a la caja.
Activistas que llevaban banderas pro-China bloquearon la manifestación y la policía intervino para separar a ambos bandos. Al final, la policía se llevó a los manifestantes prodemocracia en furgonetas y luego los liberó.