Condenan a hombre que mató a golpes a bebé de su pareja en Reino Unido
Kamran Haider fue condenado a pasar al menos 20 años en la cárcel luego de ser declarado culpable del asesinato de la bebé de 16 meses de su novia, en Londres, Reino Unido.
Los hechos se remontan a fines de agosto de 2019, cuando el sujeto llamó a la madre para señalarle que Nusayba Bint-Umar, la bebé, se había caído en la cocina y se había herido la cabeza.
Según recogió My London, la mujer se percató de un "gran bulto" en la cara de la niña, por lo que decidió llamar a una ambulancia. Sin embargo, provocó la molestia de Haider, quien se volvió agresivo y la empujó contra una pared.
Por lo mismo, decidió utilizar un taxi para trasladarse al Hospital General de Newham, donde la bebé fue tratada por una "gran área de hinchazón y hematomas sobre el ojo de recho".
La niña fue dada de alta al día siguiente y tras regresar a casa, las semanas siguientes fueron violentas para la bebé.
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Kamran Haider sometió a la menor de edad a castigos crueles, que incluían ponerse de cuclillas en una esquina hasta 40 minutos, en posiciones de estrés. Además, se enojaba porque la bebé lloraba y cuando su madre intervenía, él se volvía agresivo. Le acusaba de ser demasiado blanda en la crianza.
El 13 de septiembre, la madre de la niña escuchó que el hombre estaba golpeando a la bebé al interior de uno de los dormitorios, mientras que le decía qeu se callara; y posterior a eso se escuchó un "ruido de aullido extraño" de parte de la bebé.
Luego de eso, la niña no volvió a ser la misma, dado que se negó a beber de la mamadera y durante la tarde sufrió una convulsión. Tras derivarla al hospital, los paramédicos le manifestaron que la bebé estaba enferma, debido a una lesión grave en la cabeza y potencialmente mortal.
Pese a los esfuerzos por salvarla, Nusayba falleció producto de las lesiones cerebrales el 17 de septiembre y Haider fue arrestado y acusado de asesinato. Tras negar todos los cargos, finalmente un tribunal de Old Bailey lo declaró culpable y se le encarceló de por vida, con un mínimo de 20 años tras las rejas.