Las autoridades holandesas alertaron de un posible contagio por coronavirus de un empleado de una granja de visones, lo que sería el primer caso de transmisión de animales al ser humano en este país.
A finales de abril, las autoridades cerraron dos granjas de visones en el sur de Holanda después de que descubrieran que había animales infectados.
Los científicos compararon el código genético del virus encontrado en los visones con el de un paciente y crearon el "árbol genealógico" para trazar la mutación, según explicó la ministra holandesa de Agricultura, Carola Schouten, en una carta al Parlamento.
Los resultados permitieron concluir que es "posible que uno de los empleados de las granjas haya sido contaminado por los visones", según Schoute.
La ministra minimizó los temores a que haya otros contagios del animal al hombre y explicó que las muestras de aire y partículas de polvo analizadas en el exterior de los lugares donde están los visones no contenían ningún resto del virus.
El gobierno tomó, no obstante, nuevas medidas y prohibió, por ejemplo, la visita a las granjas donde haya habido casos de contaminación y obligó a hacer pruebas de diagnóstico en todas las granjas de visones de este país, donde el COVID-19 mató a 5.715 personas y contaminó al menos a 44.249 personas.
La cría de visones para comercializar su pelaje es un tema polémico en Holanda. En 2016, la instancia judicial más importante del país ordenó el cierre de estas granjas de aquí al 2024.