Hillary Clinton y Donald Trump chocan en sus propuestas para la economía de Estados Unidos
AFP
Los candidatos a la Casa Blanca, Hillary Clinton y Donald Trump, entablaron un duelo sobre el futuro de la economía de Estados Unidos, durante el primer debate presidencial de cara a los comicios del 8 de noviembre.
Desde el inicio de las discusiones, los dos principales candidatos presidenciales se trabaron en un áspero duelo verbal, con sus constantes interrupciones y acusaciones cruzadas, ignorando por completo los esfuerzos del moderador por poner orden.
En la apertura de la discusión, Clinton dijo que la "cuestión central" de esta elección es decidir "qué país queremos ser", y afirmó que como presidenta se propone "construir una economía que funcione para todos" y que sea más "justa".
Clinton recordó que hace apenas ocho años el país enfrentaba "su peor crisis financiera" provocada por políticas fiscales que redujeron drásticamente los impuestos a los más ricos y fracasaron en invertir en la clase media.
Por su parte, Trump alertó que Estados Unidos no está haciendo nada para evitar que se pierdan puestos de trabajo y sean llevados a otros países, entre los que mencionó a México y China.
"Tenemos que renegociar nuestros acuerdos comerciales y tenemos que impedir que esos países sigan robándose nuestras compañías y nuestros puestos de trabajo", dijo, enfatizando que el sistema de intercambio comercial con México es "deficiente" desde su inicio.
Para el candidato conservador, "nuestro país está en problemas. No sabe qué hacer ante devaluaciones en esos otros países, especialmente en China. Lo que están haciendo con nosotros es algo muy triste". "Yo traeré empleos de vuelta. Tú no puedes", le lanzó a la exsecretaria de Estado.
Clinton le respondió que "tú vives en tu propia realidad".
Un virtual empate técnico
La demócrata Clinton, de 68 años, y el republicano Trump, de 70, son los aspirantes con el mayor índice de rechazo registrado hasta el presente entre candidatos presidenciales de los dos partidos principales, y además luchan cabeza a cabeza en los sondeos.
Dos encuestas divulgadas en la jornada mostraron a Clinton con una ventaja inferior al margen de error.
El sondeo de la Universidad Quinnipiac otorgó a Clinton 44% de apoyo y a Trump con 43%, un resultado "demasiado ajustado" que constituye un "empate virtual", según los responsables de la encuesta.
Sin embargo, el 41% de los encuestados opinó que Clinton deberá imponerse en el debate, contra sólo 32% que esperan una victoria de Trump.
En tanto, un sondeo de CNN/ORC reveló una diferencia de un punto porcentual entre ambos postulantes en los Estados de Pensilvania y Colorado.
Aunque los resultados de los sondeos han variado ampliamente en los últimos dos meses, lo cierto es que al inicio de la campaña Clinton tenía una enorme ventaja de dos dígitos sobre Trump, y a pesar de los espectaculares gastos de campaña esa superioridad se ha esfumado.
La expectativa generada por este debate es de tal magnitud que la bolsa de valores de Wall Street terminó a la baja.
"El mercado está percibiendo que puede no ser una victoria fácil para Clinton", dijo Peter Cardillo, economista jefe de First Standard Financial.
"Normalmente una victoria de los republicanos sería positiva para el mercado de acciones, pero Trump puede crear mucha incertidumbre", apuntó.
Proyección de imagen
Los organizadores del debate -de 90 minutos sin interrupciones y que se realizará en la Universidad de Hofstra, Nueva York- esperan que más de 80 millones de espectadores acompañen la discusión.
Ese récord fue alzando durante un debate entre Ronald Reagan y Jimmy Carter en 1980, y es la mayor audiencia registrada en las campañas electorales de Estados Unidos.
Ni Clinton ni Trump pueden darse el lujo de un desempeño flojo en este primer debate, dado lo apretado de la carrera.
Asimismo, ambos tienen por delante la posibilidad y la responsabilidad de tratar de mejorar su imagen para reducir sus índices de rechazo.
El 88% de los electores considera que Clinton es muy inteligente, pero el 65% no la considera honesta, y el 52% tiene francamente una opinión negativa de ella. En tanto, el 61% de los estadounidenses tiene una opinión negativa de Trump.
Cambiar esa percepción en las semanas que restan para la elección será una tarea de colosos.
Este primer duelo verbal esta dividido en tres partes temáticas: para discutir la dirección en que el país avanza, la prosperidad y la seguridad.