"Hambre aguda" se agrava con crisis climática en países más expuestos, según Oxfam
Sequías extremas, inundaciones devastadoras, desertificación. En seis años, el "hambre aguda" creció más del doble en los países más expuestos a catástrofes climáticas, según la ONG Oxfam, que pide a los países industrializados reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y reparar los daños causados.
En un informe publicado el viernes, la ONG estima que el hambre aguda aumentó 123% desde 2016 en diez países entre los más expuestos a riesgos climáticos.
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En Somalia, Haití, Yibuti, Kenia, Níger, Afganistán, Guatemala, Madagascar, Burkina Faso y Zimbabue, 48 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria aguda y necesitan ayuda urgente para sobrevivir.
Dieciocho millones incluso están al borde de la hambruna.
Si los conflictos y las crisis económicas siguen siendo los principales responsables del hambre, "los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más numerosos y violentos, también reducen la capacidad de las poblaciones pobres a contrarrestar el hambre y enfrentar futuras crisis", señala la ONG.
Somalia, uno de los países menos preparados para enfrentar la emergencia climática, sufre la peor sequía de su historia.
En Guatemala, la falta de agua provocó la pérdida de 80% de la cosecha de maíz y diezmó las plantaciones de café. Ambos fenómenos provocaron éxodos.
El hecho de que los países menos responsables de la crisis climática sean los que más la sufren es "una clara evidencia de las desigualdad mundiales".
Los países industrializados son "responsables de más de tres cuartas partes de las emisiones mundiales de carbono", mientras que estos 10 países vulnerables apenas emiten 0,13%, señala la Oxfam.
"En menos de 18 días, los beneficios de las empresas de energías fósiles alcanzarían para financiar la totalidad de pedidos humanitarios de la ONU para 2022", de unos 48.000 millones de dólares.
Durante la Asamblea General de la ONU 2022 que abrió el martes y la COP27 prevista en noviembre, los líderes mundiales deben comprometerse a reducir masivamente sus emisiones y "ofrecer una compensación a los países más afectados", pide Oxfam.