Hamás propuso que un gobierno palestino independiente dirija la Franja de Gaza tras la guerra, durante las negociaciones que buscan poner fin a más de nueve meses de combates entre el movimiento islamista e Israel en este asolado territorio.
Al menos 32 palestinos murieron este viernes en bombardeos israelíes que golpearon tanto el norte como el centro y el sur de Gaza, escenario de una guerra desde el ataque de Hamás en Israel el 7 de octubre, informó el Ministerio de Salud del enclave.
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"Propusimos que un gobierno no partidista con poderes nacionales dirija Gaza y Cisjordania después de la guerra", declaró en un comunicado Hossam Badran, miembro del buró político de Hamás, que gobierna el estrecho territorio palestino desde 2007.
Sus declaraciones coinciden con la reanudación de las negociaciones indirectas entre ambos bandos, con vistas a una tregua y una liberación de los rehenes retenidos en Gaza.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, admitió el jueves que se registraron "progresos" para alcanzar un acuerdo de cese el fuego y alabó la "tendencia positiva" de las conversaciones impulsadas por Egipto, Catar y Washington.
"La administración de Gaza tras la guerra es un asunto interno palestino que no debe sufrir ninguna interferencia exterior y no hablaremos en Gaza [tras la guerra] con ninguna parte extranjera", insistió Badran.
Un dirigente de Hamás declaró sin embargo a la AFP bajo condición de anonimato que la propuesta, que también pide "allanar el camino para unas elecciones generales", había sido presentada "con los mediadores".
El conflicto se desencadenó cuando comandos islamistas mataron a 1.195 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
El ejército israelí estima que 116 personas permanecen cautivas en Gaza, 42 de las cuales habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya mató a 38.345 personas en Gaza, también civiles en su mayor parte, según el Ministerio de Salud del enclave.
Hamás anunció el domingo que el movimiento ya no exigía un alto el fuego permanente para negociar la liberación de los rehenes, un requisito en el que siempre había insistido.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que no terminaría la guerra hasta liberar a todos los rehenes y destruir Hamás, una organización que considera como "terrorista" junto a Estados Unidos y la Unión Europea.
La ofensiva militar israelí, acompañada de un asedio casi completo de Gaza desde el 9 de octubre, ha asolado el territorio y provocado un desplazamiento masivo de la población, que sufre de escasez de agua y comida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que sólo cinco camiones con ayuda lograron entrar a Gaza la semana pasada.