Hamás afirmó el jueves que "cerca de 50" de sus rehenes israelíes murieron Gaza por los bombardeos de Israel, que llevó a cabo una incursión de tanques en el enclave palestino con vistas a invadirlo.
Según Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, unas 7.000 personas murieron en esos bombardeos israelíes desde el 7 de octubre, la mayoría civiles, incluyendo 2.913 niños.
En Israel, 1.400 personas, según las autoridades, murieron desde que empezó la guerra, incluyendo un millar de civiles que perdieron la vida el día del ataque de Hamás en suelo israelí.
La comunidad internacional teme las consecuencias de una posible ofensiva terrestre de Israel en el enclave palestino, donde la ayuda internacional apenas llega a los 2,4 millones de habitantes, que viven bajo asedio en unas condiciones humanitarias desastrosas.
Los gobernantes europeos, reunidos en una cumbre en Bruselas, expresaron este jueves su "preocupación" por la degradación de la situación humanitaria en Gaza, y abogaron por la habilitación de "corredores humanitarios" y por "pausas" para atender las necesidades de la población.
Además, los 27 se declararon favorables a la organización de una "conferencia internacional de paz" que tendría lugar "próximamente".
El 7 de octubre, cientos de milicianos del movimiento islamista se infiltraron en territorio israelí desde la Franja de Gaza, en un ataque de una violencia y una magnitud sin precedentes desde la creación del Estado de Israel en 1948.
Según el ejército israelí, 224 rehenes israelíes, con doble nacionalidad o extranjero fueron capturados durante ese ataque por Hamás, que hasta ahora liberó a cuatro mujeres.
Este jueves, el movimiento islamista publicó los nombres de más de 6.700 personas que figuran en su balance de muertos, un día después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, pusiera en duda la fiabilidad de esas cifras.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, preguntado al respecto, declaró que no "contestaría" el hecho de que miles de palestinos han muerto, pero añadió: "no deberíamos fiarnos" de las cifras dadas por el Ministerio de Salud de Hamás.
"Operación selectiva"
Durante la noche del miércoles al jueves, el ejército israelí "llevó a cabo una operación selectiva con tanques en el norte de la Franja de Gaza", indicó un comunicado castrense.
Imágenes de video en blanco y negro subidas por el ejército mostraron una columna de vehículos blindados y niveladoras que atraviesan lo que parece ser una cerca fronteriza.
AFP identificó el sitio al sur de la ciudad israelí de Ashkelon pero no pudo determinar cuándo fue grabado el video.
La probable ofensiva terrestre israelí preocupa seriamente a la comunidad internacional, que teme un aumento dramático del número de víctimas civiles en la Franja de Gaza.
Israel sumó a su campaña de bombardeos un "asedio total" de este enclave de 362 km2 y más de 2,3 millones de habitantes, privados ahora del aprovisionamiento de agua, comida y electricidad.
Allí, barrios enteros han sido arrasados, los médicos en los hospitales están desbordados con heridos y deben realizar intervenciones sin anestesia.
El jueves, una adolescente fue sacada de los escombros de un edificio en Jan Yunes, ciudad del sur del enclave, tras 35 horas sepultada.
"Ningún lugar es seguro"
"Allí donde vayamos, moriremos", afirmó Rahma Saqallah, antes de regresar a Ciudad de Gaza desde Jan Yunes con su hija menor. Había huido de hacia el sur con su marido y sus cuatro hijos acatando la orden de evacuación del norte dada por Israel, pero todos los demás miembros de su familia perecieron en un bombardeo.
"Ningún lugar es seguro en Gaza", afirma Lynn Hastings, coordinadora de asuntos humanitarios de la ONU para los territorios palestinos.
Cerca de 1,4 millones de personas, más de la mitad de la población de la Franja de Gaza, han sido desplazadas huyendo de los bombardeos israelíes, según la ONU.
Biden pidió el miércoles a Israel "proteger a los civiles inocentes" en su campaña contra Hamás.
"Cuando termine la crisis, tiene que haber una visión de lo que vendrá después", agregó, reiterando su apoyo a una solución de dos Estados, uno palestino y otro israelí.
El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió el miércoles en El Cairo que "una intervención masiva que pone en peligro la vida de la población civil (...) es un error".
"Pausas humanitarias"
Para Washington, un alto el fuego "en este momento solo beneficiaría a Hamás", clasificado como organización terrorista por Estados Unidos, la UE e Israel. La Casa Blanca sugirió, en cambio, la instauración de "pausas" para facilitar el abastecimiento de ayuda humanitaria.
Menos de 70 camiones con ayuda han ingresado al enclave desde el inicio de la guerra.
Israel ha impedido el ingreso de combustible por temor a que Hamás lo utilice para cohetes y explosivos, pero los organismos de socorro advierten que más personas morirán sin combustible porque no podrán utilizarse equipos médicos, plantas de desalinización de agua y ambulancias.
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La guerra también despertó temores de una conflagración regional.
El movimiento Hezbolá, basado en Líbano, lanzó el miércoles un misil contra un dron israelí.
Hamás, Hezbolá y el gobierno de Siria son apoyados por Irán, que rechaza la existencia del Estado de Israel.
La violencia también creció en Cisjordania ocupada, donde más de 100 palestinos murieron desde el 7 de octubre, según las autoridades sanitarias palestinas.