AFP
Un cadáver fue hallado este viernes en el río Lerma, con lo que suman 13 los cuerpos localizados esta semana en ese curso de agua, informó la fiscalía del estado mexicano de Jalisco (oeste), que detuvo a un jefe policial y busca a otro por este caso.
El fiscal estatal Eduardo Almaguer informó en rueda de prensa que 12 cuerpos fueron hallados dentro del Jalisco, en Jamay, localidad vecina de La Barca, y uno más en el vecino Michoacán (oeste).
Las autoridades investigan si las víctimas podrían estar ligadas al crimen organizado y ya se avanzó en la identificación parcial de tres hombres, que se presume eran hermanos.
Almaguer informó que se detuvo a un comandante policial de La Barca para interrogarlo sobre estos sucesos y se inició la búsqueda de un subdirector que estaba al mando de la policía y que se dio a la fuga.
"Nunca obtuvimos información de la policía municipal (sobre estos cadáveres), y aún más, cuando se le requiere ya no se presenta, huye. Y cuando se requiere a quien pudiera saber (...)te dice que simplemente que no conoce y no sabe", dijo Almaguer.
Como parte de las investigaciones se han allanado tres ranchos (fincas), en uno de los cuales se encontró droga y dos hombres que ya han sido detenidos y que "pudieran estar vinculados con este hecho", añadió Almaguer.
Desde el jueves se han presentado denuncias por la desaparición de 14 personas en La Barca y 10 en Ayotlán, también en Jalisco, por lo que la fiscalía investigará si estos casos están relacionados con el hallazgo de cadáveres en el río.
De acuerdo con las primeras investigaciones, los desaparecidos pertenecerían a una célula del narcotráfico que habrían sido capturados por un grupo rival que los llevó a Michoacán.
"Fueron ultimadas (estas personas) y posteriormente lanzadas al Río Lerma", dijo el fiscal.
Michoacán y Jalisco, en el litoral del Pacífico, son considerados clave en la producción y tráfico de drogas hacia Estados Unidos y han sido escenario de cruentos enfrentamientos entre bandas rivales o con fuerzas del orden.
En Jalisco opera el cártel Nueva Generación, que ha cobrado gran fuerza en los últimos años, mientras que en Michoacán buscan reorganizarse células de grupos criminales desmantelados en los últimos años.
Desde diciembre de 2012, cuando el gobierno federal lanzó un operativo militar antidrogas, una ola de violencia ha dejado más de 170.000 muertos y más de 28.000 desaparecidos, según cifras oficiales.
