Un ciervo salvaje fue hallado muerto tras haber ingerido siete kilos de bolsas de plástico y otros restos de basura en Tailandia, lo que revela el problema de tirar desechos en aguas y bosques de este país.
Allá las bolsas de plástico están omnipresentes, para embalar las comidas servidas en la calle o las bebidas que la gente se lleva al trabajo. Un tailandés usa de promedio ocho bolsas diarias, unas 3.000 al año, según datos del gobierno. Es doce veces más que en la Unión Europea.
Animales marinos como tortugas o vacas marinas han sido descubiertos muertos en Tailandia con el estómago repleto de basura o bolsas de plástico.
Ahora le toca el turno a animales terrestres. El cadáver del ciervo, de unos diez años, fue descubierto en un parque nacional de la provincia de Nana, a 630 kms al sur de Bangkok, según las autoridades.
Las bolsas de plásticos contenían alimentos, o eran bolsas de basura, servilletas o incluso ropa interior, según las fotos proporcionadas por el parque.
Tailandia es el sexto mayor contribuyente a la contaminación de los océanos, según la oenegé Greenpeace.
Las autoridades tailandesas quieren poner fin a la bolsa de un solo uso hacia 2022, según una ambiciosa hoja de ruta elaborada a principios de este año.
Pero uno de los mayores obstáculos es el sector petroquímico, muy centrado en el plástico, que representa el 5% del PIB tailandés y genera decenas de miles de empleos.