La violencia sigue causando estragos en Puerto Príncipe, la capital de Haití, con tiroteos cerca de una prisión y del aeropuerto, afirmaron este viernes varias fuentes a la AFP, mientras las pandillas afirman querer derrocar al primer ministro Ariel Henry.
Desde que comenzaron los disturbios el jueves, al menos cuatro policías han muerto y decenas de personas han resultado heridas en un país sumido en una grave crisis política, de seguridad y humanitaria.
Las pandillas, unidas bajo el lema "Vivir juntos", llevan a cabo ataques coordinados en la capital desde el jueves, contra lugares estratégicos como la prisión, el aeropuerto internacional y edificios policiales.
El jueves un poderoso líder de una pandilla afirmó que quieren la renuncia del primer ministro Ariel Henry.
Este último no está en Puerto Príncipe.
El viernes firmó en Nairobi un acuerdo para enviar policías kenianos a la isla, en el marco de una misión internacional apoyada por las Naciones Unidas para luchar contra la violencia de las bandas criminales.
Una decena de policías protestaron para exigir que se recuperen los cuerpos de sus cuatro compañeros asesinados el jueves.
Calles de Puerto Príncipe estaban bloqueadas el viernes por barricadas de neumáticos en llamas.
Los trabajadores humanitarios están preocupados por el suministro de medicamentos.
En el aeropuerto internacional Toussaint-Louverture, a pesar del tiroteo en las proximidades, los vuelos hacia Estados Unidos y República Dominicana se reanudaron el viernes, dijo a la AFP una fuente próxima a las compañías aéreas.
Durante este domingo, luego de un sábado plagado de saqueos y alborotos, las bandas criminales habrían tomado el control de la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe, dejando en libertad a una cantidad indeterminada de presos.
El objetivo de estos grupos sería ganar fuerza antes de la posible llegada a Haití de la misión multinacional de apoyo a la seguridad.
El conflicto se da luego de que el presidente de Haití no dejara su cargo el pasado 7 de febrero de este año, donde habían firmado las distintas fuerzas políticas hace dos años, tras el asesinato del entonces mandatario, Jovenel Möise.
Tras los distintos llamados a dimitir de su cargo, y una serie de protestas y manifestaciones que se tomaron el país exigiendo su destitución, Jimmy 'Barbecue' Chérizier, el principal cabecilla de la mayor alianza de pandillas presentes en la isla, aseguró que no se detendrá hasta derrocar al mandatario.