Dos centenares de yihadistas leales a Estado Islámico irrumpieron en Marawi al sur de Filipinas, atacando los puestos de seguridad y saqueando las escuelas, donde habrían raptado al menos a cinco personas para usarlas de escudos humanos en su huida.
El ataque fue en la provincia de Cotabato del Norte, a 896 km al sur de Manila, y afectó a los pueblos de Mlagakit, Simsiman y Banucagon de la ciudad Pigcaguayán, informó el superintendente portavoz de la policía local de Romeo Galgo.
También saquearon las escuelas primarias en Malagakit y Simsiman, dijo Chie policía de la ciudad Reylan Mamon. De momento, no hay información sobre el posible número de víctimas o heridos. "Pensamos que querían sembrar el miedo, informar de que están presentes en la zona", explicó en una radio local.
El general de brigada Restituto Padilla aseguró que ninguno de los rehenes tomados era estudiante de las escuelas asaltadas.
Los asaltantes armados, al parecer miembros de los "luchadores por la libertad islámica Bangsamoros", una facción escindida de un grupo rebelde separatista más grande que firmó un acuerdo de paz hizo con el gobierno de Filipinas en 2014.
El grupo, que se ha aliado con el Estado Islámico, ha sido acusada de atentados y secuestros en la parte central de la región meridional de Mindanao. Otro grupo islamista similar ha estado combatiendo a las fuerzas del gobierno durante casi un mes en la ciudad de Marawi, a 800 kilómetros al sur de Manila, donde más de 370 personas han muerto