AFP
Informaciones sobre una grabación en la que el presidente Michel Temer habría dado su aval a un esquema de corrupción removieron el miércoles las aguas turbias de la política en Brasil.
Según el diario O Globo, Temer fue grabado por un importante empresario dando su aval al pago de sobornos para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, encarcelado en el marco de las investigaciones de corrupción en Petrobras.
Temer se habría reunido el 7 de marzo con Joesley Batista, uno de los dueños del grupo que controla el frigorífico JBS, líder mundial de la producción de carnes. En el encuentro, Batista contó al mandatario que efectuaba pagos a Cunha y a su operador, Lúcio Funaro, también detenido, para mantenerlos callados, de acuerdo con el informe. Temer habría respondido: "Tienes que mantener eso [los sobornos]".
Temer negó tajantemente esas acusaciones.
"El presidente Michel Temer jamás solicitó pagos para obtener el silencio del exdiputado Eduardo Cunha. No participó ni autorizó ningún movimiento con el objetivo de evitar delación o colaboración con la justicia por el exparlamentario", señaló un comunicado de la Presidencia de la República.
La nota reconoce que hubo un encuentro con Batista en marzo, pero que no discutieron de nada que comprometiese "la conducta" del mandatario.
Temer y Cunha fueron los grandes artífices del impeachment que hace un año sacó del poder a la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), acusada de manipular las cuentas públicas.
Una 'bomba atómica'
El informe de Globo generó protestas inmediatas contra el ya impopular Temer en Sao Paulo y Brasilia.
Tras la denuncia, el diputado federal Alessandro Molon, del partido Rede, presentó un pedido de impeachment contra Temer. Según Molon, los dueños de JBS abrieron "el acto final de una bomba atómica que va a explotar en el país".
"La delación premiada que hicieron tiene un poder de destrucción igual o mayor a la de Odebrecht", agregaron, en referencia a las delaciones de 77 exejecutivos de esa constructora, una de las grandes implicadas de la Operación Lava Jato, que investiga la red de sobornos en Petrobras.
El escándalo Petrobras puso en la mira de la justicia a encumbrados empresarios y a políiticos de primer plano de prácticamente todos los partidos.
Molon acotó que queda en manos del presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, aceptar o rechazar su pedido de impeachment. Más temprano, Maia salió del Congreso sin responder a los periodistas agolpados en el lugar y se dirigió al Palacio presidencial de Planato, para participar en una reunión de emergencia con el gabinete, según informó Globo.
Otras acusaciones
Según Globo, en la grabación Temer sugirió a Batista hablar con el diputado federal Rodrigo Rocha Loures, su hombre de confianza y miembro de su partido, el PMDB (centroderecha), para asistirlo con otro asunto relacionado con una disputa por precios preferenciales de gas.
"¿Le puedo contar todo a él [Rocha]?", preguntó Batista en la grabación, a lo que Temer responde: "Todo", indica O Globo, que no precisó cómo obtuvo la grabación.
Según la información divulgada, Batista y su hermano Wesley firmaron un acuerdo de delación premiada para obtener una reducción de penas.
El escándalo también salpicó al diputado y excandidato presidencial, Aécio Neves (PSDB, centroderecha) y al exministro de Finanzas, Guido Mantega. Joesley Batista también habría entregado una grabación en la que se escucha a Neves pidiendo 2 millones de reales (640.000 dólares al cambio actual).
También, en la delación premiada, Batista habría afirmado que Mantega, que actuó en los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, ambos del Partido de los Trabajadores, era el enlace entre JBS y el partido para el pago de sobornos, publicó O Globo.