Gobierno sirio dice que ataque en Homs que dejó mas de 40 muertos fue un “mensaje”
Las repercusiones del atentado ocurrido este sábado en Homs (Siria) llegaron hasta Ginebra, donde las delegaciones del gobierno de Bashar al Assad y la oposición intentan alcanzar acuerdos que conduzcan a la paz y a una transición que saque al país de la situación en la que se encuentra actualmente. El embajador sirio ante Naciones Unidas y líder de la delegación de Damasco, Bashar al Jaafari, aseguró que el ataque es un "mensaje”.
"Las explosiones que ocurrieron en Homs han sido un claro mensaje de los patrocinadores del terrorismo al proceso en Ginebra, que no va a pasar sin represalias", declaró el diplomático, que calificó la acción como un "crimen”. En tanto, la oposición considera que estos ataques forman parte de una estrategia de provocación hacia ellos que tiene como finalidad que las conversaciones de paz se interrumpan.
La misma ONU cree el ataque tiene como objetivo "estropear” las conversaciones. Así lo declaró el enviado especial para Siria y quien coordina las negociaciones, Staffan de Mistura. "Cada vez que tratamos de tener conversaciones o negociaciones hay alguien que intenta estropearlas. Estábamos esperando esto”, dijo De Mistura, quien agregó que espera que no se produzca dicho efecto y que los intentos negociadores sigan adelante.
Venganza aérea
Una representante de la delegación opositora que se encuentra en Ginebra expresó su temor de que los atentados sí tengan efectos en unas negociaciones que siguen entrampadas en discusiones sobre formalidades, sin que hasta ahora se haya entrado en la parte sustancial. "Tememos que el régimen repita los ataques masivos que ocurrieron durante las negociaciones del año pasado. Estamos muy preocupados”, dijo Bassma Kodmani, integrante de la Comisión Suprema de las Negociaciones, una plataforma opositora.
El ataque suicida de este sábado tuvo como objetivos dos bases de los servicios de seguridad sirios en Homs, donde murieron decenas de personas, entre ellos un alto mando de inteligencia. La espectacular operación fue reivindicada por el Frente Fateh al-Sham, cercano a Al Qaeda, que aseguró que el objetivo era asesinar al general Hassan Daabul, un militar cercano al presidente sirio, Bashar al Assad.
El régimen reaccionó bombardeando con dureza el único barrio de las afueras de la ciudad que siguen bajo control de la oposición.