El gobierno de México declaró este lunes emergencia sanitaria por la epidemia de coronavirus hasta el 30 de abril ante el aumento en el número de casos en el país, que alcanzan 1.094 contagios y 28 fallecimientos.
El Consejo de Salubridad General "ha determinado la pertinencia de declarar como emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor a la epidemia generada por el virus COVID-19", dijo el canciller Marcelo Ebrard en una conferencia de prensa.
Ebrard dijo que se tomó la decisión ante el aumento en el número de casos confirmados de coronavirus que reportó la Secretaría de Salud en las últimas horas, que pasaron de 993 el domingo a 1.094 el lunes.
La declaratoria permite a la Secretaría de Salud dictar las acciones necesarias para atender la emergencia y dar directrices a las distintas secretarías de gobierno para proteger empresas y trabajadores, así como garantizar el abasto de alimentos a la población, entre otras tareas.
En ese sentido, el gobierno amplió la suspensión de actividades no esenciales en los sectores público y privado para frenar al coronavirus hasta el 30 de abril, inicialmente fijada hasta el 19.
"Se ordena la suspensión inmediata desde el 30 de marzo y hasta el 30 de abril de actividades no esenciales en los sectores público, privado y social con la finalidad de mitigar la dispersión del virus", dijo el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, en conferencia de prensa.
El funcionario exhortó a toda la población a resguardarse en sus casas, y de manera estricta a los mayores de 60 años, mujeres embarazadas y personas con diagnósticos de hipertensión, diabetes o enfermedades cardiacas, que tienen mayores riesgos frente al coronavirus.
López-Gatell dijo que México tiene la oportunidad de mitigar la transmisión del virus.
"Estamos justamente en la oportunidad de aprovechar las medidas de mitigación, que implica la restricción masiva para que esto pueda tener un efecto positivo", dijo.
El gobierno de México, encabezado por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, había sido criticado por no tomar medidas más contundentes para frenar la expansión del virus.
El propio López Obrador llamaba todavía hace unos días a que la gente siguiera asistiendo a los restaurantes para apoyar la economía local.
Sin embargo, varias universidades y centros educativos decidieron suspender operaciones desde hace varios días, mientras varias empresas enviaron a sus empleados a trabajar en casa.