Gobierno de Colombia atribuye al ELN mortífero ataque con coche bomba en Bogotá
AFP
El gobierno de Colombia atribuyó este viernes a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) el mortífero ataque con carro bomba que el jueves dejó una veintena de muertos y 68 heridos en una academia de policía en Bogotá.
"Un acto terrorista cometido por el ELN segó esas vidas" de jóvenes de entre 17 y 22 años en la Escuela de Oficiales General Francisco de Paula Santander, en el sur de la capital, dijo el ministro de Defensa, Guillermo Botero, en una declaración desde la presidencial Casa de Nariño.
Botero aseguró que tienen "plena evidencia" de que el autor material, identificado como José Aldemar Rojas Rodríguez, de 56 años y quien pereció en el atentado, era miembro desde hace más de 25 años del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Conocido en las filas del grupo guevarista como "Mocho Kiko", por haber perdido la mano derecha en una detonación, se desempeñaba como jefe de inteligencia dentro del frente Domingo Laín que opera en el departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela.
El ministro responsabilizó como "autores intelectuales" a los integrantes de la guerrilla, cuyos diálogos de paz con el gobierno están en punto muerto desde agosto.
"Es una operación que se estaba planeando hace más de diez meses", afirmó.
De nacionalidad colombiana, Rojas Rodríguez ingresó el jueves "de manera violenta" en una camioneta gris Nissan Patrol cargada con 80 kilos de pentolita a la escuela policial en el sur de Bogotá, alrededor de las 09H30 locales, indicó el jueves la policía en un comunicado.
La explosión dejó 20 muertos, además del atacante, y 68 heridos, 58 de los cuales fueron dados de alta, según la policía. Entre los fallecidos hay una cadete ecuatoriana.
El guerrillero intentó esquivar un control dentro de la academia policial y finalmente el vehículo chocó contra los dormitorios de mujeres de la principal escuela policial del país.
El ataque, calificado por el presidente Iván Duque de "demencial acto terrorista", es el peor desde febrero de 2003, cuando rebeldes del ahora partido FARC detonaron un coche bomba en el club El Nogal. Treinta y seis personas murieron y decenas más sufrieron heridas.