El Partido Socialista español ya acordó el martes con el gobierno un pacto para realizar elecciones en Cataluña en enero próximo, sin embargo en el palacio de La Moncloa, aunque admiten abiertamente el trato, son más cautos respecto de las fechas.
“Es prematuro hablar eso”, dicen.
La Vanguardia, por su lado, asegura que este sábado se conocerán más detalles del pacto para la aplicación del artículo 155 de la Constitución para intervenir total o parcialmente la región, particularmente lo que se refiere a un plebiscito autonómico.
Para mañana está programado un consejo de ministros extraordinario, donde se presentarán las medidas, que luego a final de mes serán sometidas a la aprobación del Senado, donde los conservadores del Partido Popular (PP) tienen mayoría.
El presidente español, Mariano Rajoy, también prepara una comparecencia oficial para explicar el plan de acción.
Estos preparativos avanzan mientras en la calle continúan las protestas de los separatistas. Este viernes, en Cataluña, estaban retirando dinero en efectivo de bancos como CaixaBank o Sabadell, para protestar por el hecho de que hayan sacado su sede social de la zona ante la incertidumbre reinante.
La suspensión de competencias es una jugada muy arriesgada en una Cataluña celosa de su autogobierno, que tiene a su cargo la gestión de importantes servicios como Sanidad y Educación y cuenta con una policía propia.
Su presidente Carles Puigdemont ha amenazado con que si se aplica el artículo 155, el Parlamento regional podría proclamar unilateralmente la independencia, amparándose en el referendo prohibido del 1 de octubre, que los separatistas dicen haber ganado.
El gobierno central se está tomando por ello su tiempo, y este viernes envió a Puigdemont el mensaje de que todavía puede dar marcha atrás.
"Hasta que se celebre el pleno (del Senado), el señor Puigdemont puede rectificar, puede volver a la legalidad constitucional", dijo a la radio Cadena SER el número 3 del PP, Fernando Martínez-Maíllo.
Como vía de salida a la crisis, una opción que está ganando peso es la de un adelanto electoral en Cataluña, el que sea llamado por el presidente catalán. De esta forma, se evitaría la activación del artículo 155.