Por AFP
El expresidente peruano Alberto Fujimori, de 80 años, hospitalizado desde hace 83 días, presenta nuevos problemas cardíacos debido a una obstrucción en las arterias por lo que no se descarta una intervención, informó el martes su médico de cabecera.
"Él está en manos de los cardiólogos. Le tenían que hacer una cineangio (examen) en las arterias del corazón, dentro de lo que ha sido aprobado por el equipo médico del Instituto de Medicina Legal", dijo el doctor Alejadro Aguinaga citado por el diario limeño Correo.
El médico personal de Fujimori indicó que "no es la mejor de las navidades y fin de año" para su paciente, quien "está bajo terapia intensa".
Fujimori está hospitalizado en la clínica peruano japonesa Centenario desde el tres de octubre, cuando sufrió una descompensación en su casa luego que un tribunal anuló un indulto que ordenó su retorno a prisión.
La Corte Suprema debe decidir en los próximos días una apelación de Fujimori, quien pidió revocar la decisión judicial que revirtió su indulto.
"El problema de salud (se) ha agravado", aseguró por su parte el abogado de Fujimori, César Nakazaki, citado este martes por el diario El Comercio.
Según El Comercio, que cita a la defensa de Fujimori, los resultados de los últimos exámenes indican, además de la fibrilación auricular que padece, una obstrucción en las arterias superiores del corazón.
"No sé cuánto tiempo más tenga que permanecer en la clínica", añadió Nakazaki.
La intervención, que consistiría en un cateterismo coronario, fue propuesta por una junta médica del estatal Instituto de Medicina Legal, que evaluó a Fujimori a pedido de la justicia.
Fujimori, de origen japonés, pasó Navidad por segundo año consecutivo en la clínica Centenario. Hace un año lo indultó el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, cuando estaba hospitalizado por una crisis hipertensiva.
Un juez anuló el indulto de Fujimori el tres de octubre por irregularidades administrativas y a pedido de los familiares de las víctimas de dos matanzas que originaron la sentencia de Fujimori en 2009.
Fujimori recibió 25 años de prisión por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde un escuadrón de la muerte del ejército peruano asesinó a 25 personas en el marco de una supuesta operación antiterrorista. Las víctimas eran inocentes.
Según los familiares de las víctimas, Fujimori debe volver a prisión para completar la condena de 25 años como autor intelectual de esas muertes, ocurridas durante su gestión (1990-2000).