Fuerzas libias arrebatan el puerto de Sirte al grupo Estado Islámico
AFP
Las fuerzas progubernamentales libias avanzaban rápidamente en su ofensiva en Sirte contra el grupo Estado Islámico (EI) tras arrebatarle el puerto y varios barrios en las últimas 24 horas, a pesar de la resistencia de los yihadistas para defender su feudo en Libia.
Al día siguiente de intensos combates callejeros, bombardeos y disparos con artillería pesada, el sábado se redujo la violencia entre las fuerzas del gobierno de unidad nacional libio (GNA), reconocido por la comunidad internacional, y los yihadistas, que controlan Sirte (centro-norte) desde junio de 2015.
Las fuerzas del GNA iniciaron su ofensiva para expulsar al EI de Sirte el 12 de mayo. Antes de llegar a la ciudad natal de Muamar Gadafi, retomaron otras localidades e instalaciones en manos de los yihadistas.
El EI se implantó en Libia a finales de 2014, aprovechando el caos político y de inseguridad que reina en el país desde el derrocamiento y muerte de Gadafi en 2011.
"Nuestras fuerzas [leales al GNA] tomaron el control del puerto de Sirte y se instalaron en él", dijo a la AFP Reda Issa, un responsable de la oficina de información de la ofensiva militar antiyihadista.
También se apoderaron de varios barrios residenciales cercanos al puerto en el este de la ciudad, según Issa.
Las fuerzas pro-GNA repelieron el sábado una contraofensiva de los yihadistas para retomar el puerto y dos combatientes progubernamentales perdieron la vida, según la página Facebook de la operación militar.
Desde el 12 de mayo, 137 combatientes del GNA murieron y otros 500 resultaron heridos, indicó una fuente médica oficial.
Según Reda Issa, las fuerzas progubernamentales rodean ahora a los combatientes yihadistas en un sector de 5 km2 entre el centro y el norte de la ciudad. Desde el jueves bloqueaban ya la fachada marítima de la ciudad gracias a buques de la marina.
Esta zona es la más poblada de la ciudad, donde se concentran los barrios residenciales y se encuentran la mayor parte de los yihadistas, por lo que la batalla para controlar la zona será decisiva para reconquistar la ciudad.
'Impresionado'
Las fuerzas leales al GNA entraron el miércoles en Sirte y progresan desde entonces hacia el interior de la ciudad, con el apoyo de bombardeos aéreos y disparos de artillería pesada.
Las tropas del GNA atacan con tanques, lanzacohetes y artillería pesada, al tiempo que luchan en el centro de la ciudad. Según el centro de operaciones militares del gobierno, se lanzaron 150 ataques contra posiciones del EI en Sirte desde el inicio de la ofensiva.
Antes de la llegada del EI Sirte contaba con 120.000 habitantes, tres cuartas partes de los cuales huyeron. Quedan unos 30.000 a la merced de los combates.
El emisario de la ONU para Libia, Martin Kobler, se declaró el sábado "impresionado por los rápidos progresos de las fuerzas leales al GNA" en Sirte, en un mensaje difundido en su cuenta de Twitter.
Según responsables estadounidenses, el EI cuenta con 5.000 combatientes en Libia, en su gran mayoría en Sirte.
Llamado a la unidad
Francia celebró los avances del sábado y urgió a todas las partes en Libia a unirse políticamente para hacer frente al EI.
Sirte es el objetivo principal de una amplia ofensiva militar lanzada hace un mes para expulsar a los yihadistas de un franja de unos 200 kilómetros de litoral en el norte de Libia.
La pérdida de la ciudad natal de Muamar Gadafi representaría además un gran revés para el EI, que también pierde terreno en Irak y Siria.
A 150 kilómetros al oeste de Sirte se encuentra la gran ciudad de Misrata, de donde despegan la mayoría de aviones y helicópteros utilizados en la ofensiva. Y gran parte de las milicias que componen las fuerzas leales al gobierno de unidad también proceden de esta ciudad.
Los guardias de las instalaciones petroleras también participan en la ofensiva en Sirte.
Otras unidades del ejército mantienen su lealtad al gobierno paralelo instalado en el este del país, que no reconoce la legitimidad del ejecutivo de unidad nacional, dirigido por Fayez al Sarraj e instalado en Trípoli desde finales de marzo.