El Gobierno francés no descarta decretar el estado de emergencia después de los graves eventos que tuvieron lugar este sábado en París, comentó su portavoz, Benjamin Griveaux: "Hay que pensar en todas las medidas que podamos tomar para evitar que este tipo de gravísimas manifestaciones de violencia en la vía pública no se reproduzcan" en la capital, respondió Griveaux, al ser preguntado por la emisora "Europe 1" sobre la posible instauración del estado de emergencia.
Según "Europe 1", varios sindicatos policiales han solicitado al Ejecutivo que aplique esta medida de excepción para evitar que las escenas de insurrección que se vivieron en París, pero también a menor escala en ciudades como Nantes, Toulouse y Marsella, se repitan la semana que viene cuando grupos de "chalecos amarillos" llaman de nuevo a manifestarse.
Macron de vuelta del G20
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, visitó hoy el Arco del Triunfo para comprobar los desperfectos sufridos por el monumento, un símbolo de la República. El jefe del Estado, acompañado del ministro del Interior, Christophe Castaner, rindió homenaje a la tumba del soldado desconocido, que representa a todos los franceses muertos en la Primera Guerra Mundial, ensuciada ayer por los alborotadores que dejaron sobre ella latas de cerveza y otros objetos.
Macron volvió inmediatamente a Francia tras participar en la cumbre del G20 en Buenos Aires por la degeneración de la manifestación de protesta en su país hacia los que las autoridades catalogaron como una "jornada negra". El mandatario se reúne hoy con el Gobierno para evaluar la situación.
Castaner y el secretario de Estado del ministerio del Interior, Laurent Nuñez, deberán comparecer ante el Senado, en manos de la derecha, el próximo martes. La Cámara Alta anunció hoy el procedimiento de esta audiencia para obtener explicaciones de los altercados, las agresiones contra las fuerzas de seguridad y los actos de vandalismo y de destrucción de este sábado.
Por suerte, la lluvia
El ministerio del Interior francés actualizó hoy las cifras de detenidos durante toda la jornada de manifestaciones de los llamados "chalecos amarillos", que se saldó con 412 detenciones a nivel nacional y 133 heridos, de los cuales 23 eran miembros de las fuerzas del orden.
Tras haber conseguido estabilizar la situación la pasada noche, en parte gracias a una intensa lluvia que disuadió a los alborotadores, los servicios públicos trabajan desde esta mañana de domingo en la limpieza de la Place Étoile, donde se encuentra el Arco del Triunfo. Las calles paralelas a los Campos Elíseos también presentan una imagen desoladora con vehículos e incluso negocios quemados.
El movimiento de los "chalecos amarillos" surgió hace aproximadamente un mes de forma espontánea, sin pertenencia a ningún grupo político y se organizó en redes sociales para protestar contra un nuevo alza de los impuestos al carburante, que el Gobierno aplicará a partir de enero.
Las demandas se han extendido posteriormente desde la subida del salario mínimo hasta la dimisión de Macron. Según Interior, entre los manifestantes se infiltraron hasta 3.000 violentos, procedentes de grupúsculos de la extrema derecha y la extrema izquierda.