La empresa francesa InnovaFeed anunció el miércoles la construcción, en colaboración con un programa de investigación australiano, de un criadero de mosquitos a escala industrial, para luchar contra las enfermedades que esa especie transmite a los humanos, en especial el dengue.
En el marco de una asociación con World Mosquito Program (WMP), un programa de investigación australiano sin ánimo de lucro, la nueva empresa, especializada hasta ahora en la producción de proteínas de insectos para nutrir animales de cría, aportará su experiencia en un nuevo campo.
El centro, cuyo lugar de implantación no ha sido especificado, será el "primer sitio de cría de mosquitos a escala industrial", afirman los asociados en un comunicado conjunto.
El World Mosquito Program perfeccionó hace diez años un procedimiento que hace posible inocular a mosquitos hembras una bacteria presente en estado natural en "60% de los insectos en el mundo" y "suprimir la transmisión de esos virus (dengue, en especial) al ser humano", declaró a la AFP Bruno Col, portavoz del World Mosquito Program.
Este programa de investigación, financiado fundamentalmente por la Fundación Bill y Melinda Gates, ya hizo varios lanzamientos de mosquitos portadores de esta bacteria denominada Wolbachia, primero en Australia, después en Brasil, Nueva Caledonia e Indonesia.
En ese país, el WMP realizó un estudio de impacto en una población de unas 300.000 personas: "al cabo de tres años, podemos demostrar científicamente que se redujo en 77% la incidencia de dengue en las regiones donde introdujimos la Wolbachia", declaró Col.
Pero frente a la proliferación de los mosquitos y la propagación cada vez más rápida de las enfermedades transmitidas por éstos a la especie humana -dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla-, el programa desea incrementar su acción.
"La idea es poder ayudar a las ciudades más grandes, de varios millones de habitantes", dijo a la AFP Aude Guo, cofundadora de InnovaFeed. El dengue provoca fuertes fiebres, dolores en las articulaciones y fatiga. En un bajo porcentaje de casos puede ser mortal si toma la forma hemorrágica o afecta órganos vitales. Cerca de 600 personas murieron por esa enfermedad en Brasil en 2019.