A un día de conocer una de las imágenes más potentes y reveladoras sobre la crisis migratoria en Europa, continuan los conflictos en torno al tema.
Este jueves, cientos de migrantes y refugiados fueron detenidos por oficiales de policía en Hungría, cerca de la estación de trenes del pueblo de Bicske y muchos de ellos se opusieron a la medida lanzándose a las vías del tren para evitar su captura.
Tras dos días de caos, que dejaron en evidencia las fisuras del sistema de asilo europeo, las autoridades de Hungría permitieron a cientos de inmigrantes y refugiados abordar trenes hacia la frontera austriaca con destino a Alemania.
Los inmigrantes esperaban del martes la reapertura de la estación de trenes de Budapest, y luego de trasladarse unos 40 kilómetros fueron detenidos para ser llevados a un centro para el registro de inmigrantes.
Muchos de ellos gritaron "¡Alemania, Alemania!" y "No a los campamentos", para manifestar su descontento con los centros de refugio.
Cientos de exhaustas personas habían abordado el tren, aferrándose de las puertas y subiendo a los niños a través de ventanas abiertas. Pero cuando el tren se detuvo, muchos se negaron a bajar.
Un grupo intentó abrirse paso a través de la policía antimotines y una familia, compuesta por un hombre, su esposa y su bebé, se tendió en las vías en protesta. Fueron necesarios más de una decena de policías para levantarlos.
Miles de personas que escapan de la guerra y la pobreza en Oriente Medio, África y Asia han muerto en el mar y durante sus viajes por tierra, en la peor crisis de inmigración desde la guerra de la ex Yugoslavia en la década de 1990.
Afirmando que algunos países europeos habían fracasado en "asumir su carga moral", el presidente francés, Francois Hollande, dijo que había acordado con la canciller alemana, Angela Merkel, la necesidad de un "mecanismo permanente y obligatorio" para reubicar a refugiados en todo el bloque.
"Creo que lo que existe actualmente ya no es suficiente", dijo Hollande.
Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, aseguró que "el problema de los migrantes no es europeo, sino alemán".
"Nadie quiere quedarse en Hungría, en Eslovaquia, en Estonia, en Polonia. Todos quieren ir a Alemania. Nuestro trabajo consiste solamente en registrarlos, y eso haremos", sostuvo este jueves.
