El choque frontal de dos trenes de cercanías ocurrido el 9 de febrero en el sur de Alemania se debió a un error humano de un jefe de estación, sostuvo hoy la Fiscalía de ese país.
Las autoridades abrieron diligencias por fallo humano con consecuencias catastróficas contra el jefe de estación que estaba en funciones cuando colisionaron los trenes, dejando 11 muertos y más de 80 heridos.
"Si se hubiera atenido a las reglas, el accidente no hubiera ocurrido", afirmó el fiscal general Wolfgang Giese, quien al mismo tiempo destacó que hasta ahora no hay indicios de que el siniestro hubiese sido provocado por fallos técnicos.
El accidente tuvo lugar en la línea que une las localidades bávaras de Holzkirchen y Rosenheim, al sur de Munich, donde dos trenes de la compañía Meridian colisionaron frontalmente en un tramo de una sola vía, en una curva sin visibilidad.