Fidel Castro vuelve a la cuna de su revolución para un último adiós
AFP
Las cenizas de Fidel Castro culminan el sábado su recorrido a través de su país natal en la ciudad de Santiago de Cuba, la cuna de su revolución, para una gran ceremonia previa a su funeral el domingo.
La urna de cedro cubierta con una bandera cubana salió de La Habana el miércoles, transitando durante tres días por carreteras repletas de gente que coreaba "¡Yo soy Fidel!", y haciendo paradas diarias en el camino hacia Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla.
El presidente Raúl Castro, que asumió el poder cuando su hermano Fidel cayó enfermo en 2006, ofrecerá un discurso muy esperado durante el masivo homenaje al líder de la revolución cubana el sábado por la noche, en el que estarán presentes dignatarios extranjeros.
Tras un período de luto de nueve días, los restos del "Comandante" serán enterrados en una ceremonia privada el domingo en el Cementerio de Santa Ifigenia de Santiago, donde yace el héroe de la independencia nacional, José Martí.
La muerte de Fidel, el 25 de noviembre a los 90 años, ha generado debates sobre su legado y sobre el rumbo que puede tomar Cuba sin el omnipresente líder que la gobernó durante casi medio siglo.
Desde hace varios días, la necrópolis permanece cerrada y unos obreros trabajan denodadamente para ultimar los detalles de la ceremonia.
Los funerales se desarrollarán sin la presencia de cámaras de medios extranjeros.
"Sabremos ocuparnos de él y montar la guardia como es debido", dijo con orgullo la santiaguera Margarita Aguilera, que a sus 54 años dirige un local municipal de distribución de tabaco. Para ella, Fidel "ha sido el padre de todos los cubanos y de todos los desamparados del mundo".
"Fue su idea"
Enediel Rodriguez, de 50 años, prepara una sala de televisión en la que los curiosos podrán seguir el avance del cortejo, antes de salir al encuentro del jeep militar que arrastra el remolque verde oliva que transporta la urna.
"Reposa en Santiago de Cuba porque Martí es nuestro héroe nacional y porque fue su idea reposar a su lado", explica Enediel al tiempo que se ajusta el brazalete con la inscripción "26 de julio", con fondo rojo y negro, en referencia al movimiento creado por Fidel Castro tras el fracasado asalto al Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, en 1953.
El estrepitoso fracaso de esa misión suicida conducida por los hermanos Castro y en la que participaron otros 121 inexperimentados combatientes, fue el acto inicial de la revolución cubana. La urna con las cenizas de Fidel hará una parada en la fortaleza este sábado.
Tres años después del asalto, el 30 de noviembre de 1956, el héroe local Frank País dirigía una sublevación armada destinada a respaldar el desembarco en la región del yate Granma, que transportaba desde México a los hermanos Castro y al argentino Ernesto "Che" Guevara.
La insurrección de Frank País fracasó, el dirigente revolucionario fue asesinado por la policía y los pasajeros del Granma huyeron hacia las montañas vecinas de la Sierra Maestra, desde donde lanzaron una guerra de guerrillas, que se extendió durante 25 meses. El 1 de enero de 1959 Fidel anuncia desde Santiago la victoria de la revolución.
Azar del calendario, este viernes 2 de diciembre se conmemoró en Cuba el 60 aniversario del desembarco del Granma en la playa Las Coloradas, 220 km al oeste de Santiago.
En La Habana, Matanzas, Cárdenas, Cienfuegos, Santa Clara, Sancti Spíritus, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Bayamo, cientos de miles de incondicionales se dieron cita al borde de las carreteras para despedir al líder revolucionario.
La mayoría de los cubanos fueron incitados a lo largo este semana a "jurar" que continuarán el legado socialista de quien moldeó el destino del país y desafió a la superpotencia estadounidense durante medio siglo.
La mayor parte de los disidentes señalaron que permanecerán sin hacer ruido, por temor a represalias, pero prevén retomar de inmediato su lucha contra el gobierno.
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