AFP/T13
Las cenizas de Fidel Castro fueron inhumadas en la mañana de este domingo en Santiago de Cuba, en medio de un funeral privado y sin prensa.
A las 7 de la mañana en punto, en Santiago de Cuba, se escucharon sonar 21 salvas al aire propinadas por miliares cubanos. Este acto marcó la partida de la caravana con los restos del líder revolucionario hasta el cementerio de Santa Ifigenia.
Nuestro enviado especial en Cuba, Alfonso Concha, fue un testigo privilegiado del ambiente que se vivió a esa hora en Santiago de Cuba: Un profundo silencio fue lo que marcó la entrada de los restos al cementerio, todo en un marco de respeto y recogimiento por el muerte del líder cubano.
Sin embargo, luego del ingreso de sus restos al cementerio de Santa Ifigenia de Santiago de Cuba, los asistentes vivieron un proceso de catarsis, a la vez que agitaban banderas alusivas a Fidel y la Revolución.
Efectivos de seguridad cercaron el perimetro e impidieron el ingreso de centenares de admiradores y miembros de la prensa al campo santo, ya que la ceremonia de sepultura estuvo reservada para invitados y cercanos al comandante.
"No hubo discurso, fue muy sobrio, sólo las cenizas fueron enterradas ante la familia, miembros del gobierno y funcionarios", dijo Royal, ministra de Ecología de Francia, al describir la ceremonia en el cementerio Santa Ifigenia.
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