"La vida de mi hijo fue sacrificada por las ganancias petroleras de BP"
"Amaba la naturaleza, su lugar favorito en el mundo era su jardín. Y deseaba que los niños pudieran disfrutar jugando y respirando libremente al aire libre", dice Hussein Julood, recordando a su hijo Alí.
Alí murió a los 21 años de leucemia, que, según su médico, probablemente fue causada por los altos niveles de contaminación en la zona.
La casa de su familia está junto a un campo petrolero gigante en Rumaila, al sur de Irak, administrado por la compañía petrolera británica BP.
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En el funeral de Alí, su padre lloró y cantó: "El fin del Ramadán vino pero no estabas allí". Alí murió el 21 de abril, el mismo día de la festividad musulmana.
Alí fue diagnosticado con cáncer por primera vez a los 15 años y había hecho una campaña apasionada para poner fin a la quema de gas tóxico que rodeaba su casa desde el sitio administrado por BP, que estaba ubicado ilegalmente cerca de su vecindario.
Esta práctica implica quemar los gases residuales tóxicos liberados durante la extracción de petróleo.
Rumaila tiene la mayor quema de cualquier campo petrolero en el mundo.
Investigación
Alí documentó su vida para una investigación del Servicio Árabe de BBC News el año pasado, que reveló que las comunidades iraquíes que viven cerca de campos petroleros, donde se quema gas al aire libre, tienen un mayor riesgo de leucemia.
"Estábamos jugando al fútbol, luego teníamos que correr a resguardarnos, debido a las nubes de humo que nos asfixiaban y al petróleo que llovía del cielo", nos dijo Alí.
Él y sus amigos llamaron a su ciudad de Rumaila "el cementerio", debido a los altos niveles de cáncer entre la comunidad local, que sospechaban que se debía a la quema.
Alí grabó diarios en video para el equipo de la BBC, ayudando a exponer la enorme escala de contaminación en el sitio fuertemente vigilado al que se nos había negado el acceso a filmar.
Continuó enviándonos videos documentando la contaminación por petróleo hasta semanas antes de su muerte.
En uno de sus videos finales, con las mejillas ligeramente hinchadas por los esteroides que se usaban para tratar su cáncer, Alí expresó su continua frustración: "Después del documental [de la BBC], BP y el gobierno dijeron que reducirían la contaminación y los gases en las ciudades de Irak, pero desafortunadamente nada ha cambiado".
Alí fotografiado frente a llamaradas de gas cerca de su casa.
Alí también había planeado desafiar al presidente ejecutivo de BP, Bernard Looney, por la continua contaminación por petróleo en su comunidad en la reunión anual de accionistas de la compañía el 27 de abril.
En cambio, su padre habló en su nombre. Dirigiéndose a Looney a través de una cámara web y un intérprete del sur de Irak, dijo: "Desde mi puerta, puedes ver el humo negro de la quema de gas las 24 horas del día, y puedes oler los químicos tóxicos de estas llamaradas".
"A veces es tan malo que respirar se hace difícil, y el petróleo llueve del cielo (...) El cáncer es tan común aquí como la gripe".
Hussein le dijo a la BBC que sentía que la vida de su hijo había sido sacrificada por las ganancias récord del gigante petrolero.
Las ganancias de BP se duplicaron con creces a US$27.700 millones en 2022, ya que los precios de la energía se dispararon luego de la invasión rusa de Ucrania.
Hussein y Alí se quejaron de columnas de humo negro en Rumaila.
Condolencias
Looney ofreció sus condolencias a Hussein y dijo que la compañía, junto con sus socios en Rumaila, había reducido la quema en el campo petrolero y estaba trabajando para abordar los informes de humo negro en el sitio.
Antes de la reunión anual, algunos de los mayores fondos de pensiones de Reino Unido votaron en contra de volver a nombrar al presidente de BP por la decisión de debilitar sus planes climáticos.
Uno de los fondos de pensiones, Nest, dijo que también había preocupaciones sobre las acciones de BP para reducir la quema de gas, después de ver el documental de la BBC en el que aparecía Alí.
Hussein describió a su hijo como un "héroe" que se había mantenido alegre y optimista a lo largo de sus años de tratamiento y que "no temía a la enfermedad ni a la muerte".
Comunidades en el sur de Irak viven justo al lado de la quema.
Espera que la muerte de su hijo puede ayudar a generar algún tipo de cambio y que "las empresas y los países adopten una postura firme, no solo por Alí, sino por todos".
Alí compartió con nosotros su sueño para Irak antes de su muerte:
"Espero en el futuro que estas petroleras desaparezcan y que cesen las emisiones para que los niños puedan vivir en paz".
Mientras la comunidad de Alí llora su muerte, el aire que respiran es un recordatorio constante de por qué estaba luchando.