FBI revela llamada de atacante de Orlando al número 911: "Ya saben lo que hice"
Tal como se había adelantado, el FBI estadounidense reveló este lunes la transcripción de la conversación telefónica que tuvo Omar Mateen con el número de emergencias 911 antes del ataque al club Pulse de Orlando, el pasado 12 de junio.
La llamada permitió a los efectivos de la policía federal vincular a Mateen como el autor de la masacre que terminó con 49 personas muertas y decenas de heridos en el lugar de entretenimiento frecuentado principalmente por personas homosexuales y el propio Mateen.
En el documento publicado por el FBI, se detalla una línea de tiempo ocn las acciones de esa noche. A las 2:02, por ejemplo, se reportaron los disparos y a las 2:35 tuvo lugar la siguiente llamada.
-911: Emergencias 911, esta llamada está siendo grabada
-Omar Mateen: En el nombre de Dios misericordioso, (sigue en árabe)....
-911: ¿Qué?
-OM: Alabado sea Dios y los creyentes, así como la paz esté con el profeta de Dios (sigue en árabe). Les informo, estoy en Orlando y yo hice los disparos.
-911: ¿Cuál es tu nombre?
-OM: Mi nombre es... yo prometo lealtad a (omitido).
-911: ¿Cuál es tu nombre?
-OM: Prometo lealtad a (omitido), Dios lo proteja, en nombre de (omitido)
-911: ¿Dónde estás?
-OM: En Orlando
-911: ¿Dónde en Orlando?
-(Finaliza la llamada)
Luego de eso, Mateen tuvo tres negociaciones con la policía. Hasta que dieron las 3:24. En esas negociaciones, señala el FBI, el atacante pidió que Estados Unidos dejara de bombardear Siria e Irak, que esa era la razón por la que estaba ahí.
Los negociadores de la policía preguntaron a Mateen qué había hecho y él sólo respondió "no, ustedes ya saben lo que hice".
Posteriormente dijo que tenía un chaleco "como el usado en Francia" y advirtió que en los días siguientes "verían ocurrir más acciones de este tipo". Luego se intentó hacer nuevas comunicaciones, pero estas fracasaron.
A las 5:15, las comunicaciones radiales reportaron que el sospechoso estaba caído.
Cabe recordar que la propia policía federal estadounidense decidió no revelar las llamadas de las víctimas por respeto a sus familias.