Por AFP
Unas 2.000 personas marcharon este domingo en la Maré, uno de los complejos de favelas más violentas de Rio de Janeiro, para recordar y pedir justicia por el asesinato de la concejal y activista Marielle Franco, que nació y creció ahí.
La protesta, mezcla de consternación e indignación, forma parte de la ola de manifestaciones que vienen reproduciéndose a lo largo de Brasil desde que Franco fue asesinada el miércoles en la noche en el centro de Rio.
"¡La voz de Marielle no será silenciada!", gritaba en el megáfono una de las líderes de la protesta.
Mujer negra que denunciaba el racismo en la sociedad brasilera y madre soltera de la Maré, Marielle Franco sorprendió a muchos al ser electa como concejal municipal en 2016. A sus 38 años ganó fama como defensora de los derechos humanos, especialmente por sus denuncias contra la violencia policial en las empobrecidas favelas.
Algunas personas que participaban en la marcha consideraron su muerte -después de recibir cuatro tiros en la cabeza mientras volvía con su asesora de prensa y su chófer, que también murió, a casa- un intento de silenciar las críticas a las fuerzas de seguridad.
Marcelo Freixo, diputado del estado de Rio que impulsó la carrera de Marielle dentro del partido izquierdista PSOL, aseguró que su muerte fue una "venganza y un mensaje".
"Quisieron asustar a la gente, pero lo que pasará es lo contrario. Esto será una multiplicación de coraje por todo Brasil", dijo el diputado federal Glauber Braga en la marcha.
Rosilene Almeida da Silva, una profesora de biología en la marcha, aseguró que los brasileños "seguirán movilizados".
"Marielle hablaba por los oprimidos", dijo.
Aún se desconocen los autores o las motivaciones de este crimen, que causó conmoción dentro y fuera de Brasil.
La policía investiga la procedencia de las balas que fueron usadas en el asesinato, después de que Globo Televisión asegurara que pertenecen a un lote que fue comprado por la Policía Federal en 2006.
El gobierno ha dicho que las municiones fueron aparentemente robadas a la Policía años atrás.
El supuesto auto desde el que los atacantes mataron a la concejal fue hallado este domingo en el vecino estado de Minas Gerais, según reportes de prensa.
Desde el fin de los Juegos Olímpicos de 2016, las tensiones son altas en Rio, un estado cerca de la bancarrota y azotado por los constantes tiroteos entre la policía y los grupos de narcotraficantes.
El último episodio de violencia se produjo la noche del viernes cuando balas perdidas mataron a un bebé de un año y otras dos personas en el complejo de favelas de Alemao.
El mes pasado, el presidente Michel Temer ordenó la intervención de Rio. Las Fuerzas Armadas han tomado el control de la seguridad del estado, pero a pesar del ruido hecho por esta medida inédita desde la restauración de la democracia en 1985, no hay evidencias de que la situación haya mejorado.
