AFP
Con camisas blancas y velas encendidas, las víctimas, muchas en lagrimas, se reunieron en la parroquia Santa Bárbara de Granada, en el departamento de Antioquia, una población que fue blanco de ataques de guerrillas y grupos paramilitares.
"Queremos resarcir de manera activa, con actos concretos de paz, ese dolor que causamos", dijo Pastor Alape, dirigente de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, el nuevo partido político surgido del acuerdo de paz que los rebeldes sellaron en noviembre con el gobierno.
Alape pidió perdón y se comprometió a entregar información sobre los desaparecidos en la región.
Luego de un servicio religioso, también siete víctimas hablaron desde el atrio.
Uno de varios ataques atribuidos a las FARC en Granada dejó 23 muertos el 6 de diciembre de 2000, cuando el pueblo quedó en ruinas por el estallido de un carrobomba.
"Yo era de las que me cegaba en buscar venganza", contó a la AFP Adriana Galeano, un ama de casa de 29 años que sufrió el asesinato de su papá pero ahora está tranquila tras dos años asistiendo a talleres de reconciliación como parte de su "proceso".
"A la guerra le decimos nunca más", fue uno de los lemas de las organizaciones locales que promovieron el acto.
Colombia ha sufrido más de medio siglo de cruentos enfrentamientos entre guerrillas, paramilitares y agentes estatales, con un saldo de al menos 7,5 millones de víctimas, entre muertos, desparecidos y desplazados.
Unos 7 mil excombatientes de las FARC entregaron sus armas como parte del acuerdo de paz.
Ahora la exguerrilla se someterá a una jurisdicción especial de paz que prevé sanciones alternativas a la cárcel para quienes confiesen crímenes, reparen a las víctimas y se comprometan a nunca más ejercer la violencia.
Las FARC han participado en otros actos similares al de Granada. Hace un año pidieron perdón a la comunidad de Bojayá por una masacre ocurrida en 2002.
El presidente Juan Manuel Santos intenta alcanzar con el Ejército de Liberación Nacional, que cuenta con unos 1.500 combatientes, un pacto similar al que suscribió con las FARC para extinguir el último conflicto armado del continente.
Además del ELN, aún quedan activas bandas narcotraficantes de origen paramilitar.