Tres miembros de una familia escéptica a la vacunación contra el coronavirus fallecieron tras contagiarse y agravarse debido a la enfermedad, en Portugal.
Se trata de Shaul Goncalves, de 40, su padre Basil, de 73, y su madre Charmagne, de 65, quienes comenzaron a sentirse mal el fin de semana del 10 de julio, días después de haberse reunido para comer juntos.
Tras dos semanas de haberse reportado el inicio de los síntomas de la enfermedad por COVID-19, todos fallecieron.
Según recogió Wales Online, Francis Goncalves, residente de Cardiff, Gales, señaló que sus familiares estaban en Portugal y que no recibieron sus vacunas contra el coronavirus porque estaban asustados por la información que habían obtenido de campañas antivacuna.
Francis les insistió en que lo mejor era que se vacunaran y que no se debían dejar influenciar por las teorías conspiranoicas y las fake news. Pero no lo escucharon.
"Papá fue al hospital el 6 de julio por cálculos renales, creemos que se contagió allí. El jueves 8 de julio, mis padres cenaron en el departamento de mi hermano, el que comparte con su novia, y ese fin de semana empezaron a sentirse muy mal", relató.
"Él (Shaul, su hermano) dijo que nunca había sentido algo así, que sentía que estaba lleno de peso y que estaba cansado. Decidió hacerse una prueba de COVID-19 y dio positivo. Mis padres también estaban muy enfermos en ese momento. Fueron al hospital y recibí un mensaje de texto de mi padre diciendo que habían sido admitidos en el hospital porque ambos dieron positivo. Eso fue el 12 de julio", agregó.
Debido a la distancia, Francis solo pudo estar al tanto de lo que ocurría a través del contacto con otros familiares, pero el miércoles 14 de julio se le confirmó que su padre -que tenía problemas de salud de base- había sido trasladado a una unidad de cuidados intensivos (UCI) y, en paralelo, cada miembro de su familia comenzó a deteriorarse.
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Shaul, a los días, fue ingresado de urgencia al hospital y tras una noche en el recinto se confirmó que había fallecido. El 20 de julio, en tanto, se contactó a Francis para informarle que su padre había muerto también y durante el sábado 24 de julio se confirmó el deceso de su madre, tras permanecer días en coma inducido y con un cuadro que se agravó. Todo en medio del intento de Francis de poder concretar el viaje a Portugal para poder estar más cerca de su familia.
El pasado domingo 1 de agosto, los tres miembros de la familia fueron enterrados uno al lado del otro en un cementerio de Lisboa y Francis logró llegar a Portugal.
A raíz del caso, Francis ha intentado poner como ejemplo el fatídico final de sus familiares y ha instado a otras personas escépticas a vacunarse contra el coronavirus.
"Se vieron envueltos en mucha de la propaganda antivacunación que circula (…) el mensaje que quiero transmitir es ¿por qué el gobierno querría lastimarlos dándoles la vacuna? ¿Cuál es el propósito detrás de eso? Mucha gente está aterrorizada por la vacuna y eso cuesta vidas", comentó.