Una increíble historia se registró en Mendoza, Argentina; donde se conjugaron graves errores, muertes e insólitas sorpresas.
Resulta que María Dora Garro, una mujer de 71 años, fue internada en un recinto de salud debido a un cuadro de neumonía.
Su familia, lamentablemente, recibió la noticia de que la abuela había muerto por coronavirus, por lo que procedieron a retirar su cuerpo y la enterraron.
Beatriz Leguizamón, nieta de Dora, señaló a TN que "en la madrugada del martes, a mi abuela la internan con un diagnóstico de neumonía. Nos dicen que le estaban dando antibióticos y que estaba evolucionando de manera favorable".
"El miércoles llaman a mi tío y le dicen que todo iba bien. Y el jueves nos llaman para avisarnos que había fallecido (...) empezamos con los trámites y no nos dejaban ver el cuerpo debido al protocolo", agregó.
Sin embargo, la sorpresa vino después.
Y es que la Clínica Santa María de Mendoza llamó a la familia para comunicarles que había cometido un error.
La abuela estaba viva... la familia había enterrado a otra persona.
"Después del momento horrible que pasamos, de haber enterrado a mi abuela sin poder verla, nos llaman ayer (viernes) para avisarnos que mi abuela estaba viva, que se habían equivocado de paciente", dijo Leguizamón.
Y, en ese sentido, lanzó sus críticas: "El daño moral que nos hicieron es muy grande. No nos quieren dar la información de la persona que enterramos. Necesitamos darle el pésame a esa familia".
En cuanto a la abuela Dora, ésta fue sometida a un hisopado, el cual dio resultados negativos y busca mejorar su estado de salud tras haber ingresado al recinto que sigue recibiendo cuestionamientos por su actuar.
En la Clínica Santa María de Mendoza catalogan el hecho como un error administrativo, mientras la familia sigue intentando rehacerse de ánimos tras los duros momentos vividos.