El exprimer ministro paquistaní Imran Khan encabezó el miércoles una procesión junto a varios miles de sus partidarios en dirección de Islamabad, durante la cual se produjeron varios enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.
Derrocado el 10 de abril por una moción de censura, Khan se esfuerza desde entonces, con su partido Movimiento de Justicia de Pakistán (PTI), por ejercer presión sobre la frágil coalición en el poder organizando grandes concentraciones en todo el país.
El exjugador estrella de cricket había llamado a una marcha hacia la capital a partir del miércoles, asegurando que sus seguidores no abandonarían las calles hasta que el nuevo gobierno aceptara convocar inmediatamente elecciones legislativas.
La fecha límite para la celebración de éstas es octubre de 2023.
"Derribaremos todas las barreras y alcanzaremos Islamabad", declaró Khan a la cabeza de la marcha que reunió más de 20.000 personas, según una estimación de AFP.
El convoy partió de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, dirigida por el PTI.
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La policía paquistaní bloqueó desde las primeras horas de la mañana el acceso a la capital, que se encontraba bajo gran vigilancia.
También cerró todas las carreteras principales que conducen a las grandes ciudades más cercanas.
En Lahore y en otros lugares, la policía utilizó gases lacrimógenos para hacer huir a los manifestantes que unirse al movimiento.
La mayoría de los partidarios de la PTI no pudieron salir de Lahore, donde la situación volvió a la calma según un comunicado de la policía.
A última hora de la tarde, la policía utilizó también gases lacrimógenos para dispersar a unas 150 personas reunidas en el centro de la capital.
En Attock, los manifestantes lograron despejar un puente estratégico bloqueado por contenedores después de enfrentamientos con la policía.
El gobierno de coalición del primer ministro Shehbaz Sharif se había declarado el martes decidido a impedir la celebración de un acontecimiento que sólo apuntaría a "dividir la nación y propagar el caos".
A primeras horas de la tarde, el Tribunal Supremo ordenó la liberación de los detenidos en las últimas 24 horas y pidió al gobierno y a la oposición que negociaran la celebración de una reunión pacífica y segura en la capital.
En total, 1.700 personas fueron arrestadas desde que la policía comenzó a registrar las casas de los partidarios del PTI el lunes a la noche, precisó el miércoles el ministro del Interior.