Ex ministros de Hugo Chávez habrían ocultado unos 2.370 millones de dólares en Andorra
Ex ministros y testaferros del gobierno venezolano de Hugo Chávez (1999-2013) habrían cobrado presuntamente comisiones ilegales por más de 2.370 millones de dólares que ocultaron en Andorra, por intermediar con compañías extranjeras en adjudicaciones de la principal empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), según el diario español El País.
Los depósitos se realizaron entre los años 2007 y 2012 en la Banca Privada de Andorra (BPA) en 37 cuentas corrientes a nombre de distintas sociedades panameñas. Luego saltaron a paraísos fiscales como Suiza o Belice.
La red estaba formada por los ex viceministros de Energía de Venezuela, Nervis Villalobos y Javier Alvarado, y directivos del gigante petrolero. Así, en esta trama aparece también Diego José Salazar, primo del otrora poderoso ex presidente de PDVSA y ex ministro de energía, Rafael Ramírez.
La fiscalía de Venezuela anunció el martes que investiga a Ramírez, hombre fuerte de Hugo Chávez, por supuestos negocios petroleros con su primo. En el foco policial están, también, las cuentas del magnate venezolano de los seguros Omar Farias, un empresario cercano al régimen bolivariano. Sus depósitos recibieron 586 millones de euros, según los informes policiales.
De acuerdo con El País, los funcionarios justificaron ante la Banca de Andorra el dinero como honorarios por asesoría a empresas.
Ese fue el argumento que ocupó el denominado departamento de cumplimiento, un órgano de fiscalización de la BPA para prevenir la evasión de capitales y evitar que fondos de la droga, el tráfico de armas o la corrupción política lleguen a un depósito bancario bajo apariencia legal. Los investigadores alegan que los supuestos trabajos de asesoría nunca existieron.
La jueza de Andorra Canòlic Mingorance sospecha que el grupo cobró comisiones de entre 10% y 15% a compañías extranjeras, especialmente chinas, que luego recibieron contratos de extracción de petróleo gestionados por Pdvsa y sus filiales.
El diario español tuvo acceso a las cuentas corrientes de los cabecillas y a detalles confidenciales sobre sus sociedades instrumentales.