Reuters
La ex esposa de Donald Trump, Marla Maples viajó a México para trabajar con una organización caritativa para instalar sistemas de filtración de agua, sin embargo, no uso su nombre real por temor a las repercusiones que pudiera tener debido a los discursos de su exmarido.
El magnate ha usado adjetivos como “criminales” y “violadores” para referirse a los mexicanos. Además, ha dicho que de resultar ganador en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, construirá un muro en la frontera con México para evitar la inmigración ilegal.
“Todo el mundo me pedía que no fuera a México. Estaban preocupados con todos los comentarios, y me aconsejaron que no era un buen momento para ir a México, podía ser un peligro, aun siendo la ex esposa”, dijo Maples a The Daily Beast.
No obstante, la ex de Trump, quien estuvo casada con el millonario de 1993 a 1997, creyó que era conveniente viajar.
“Creo mucho en la intuición y en confiar en dónde debo estar en el tiempo adecuado, y esta era una gran oportunidad”, concluyó Maples, quien usó un alias para viaja al país azteca.
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