El día en que Pinochet se salió de protocolo en su único encuentro con Jimmy Carter
Qué observar. El domingo a la edad de 100 años falleció el expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter quien gobernó ese país entre enero de 1977 y enero de 1981. Su mandato fue una mala noticia para las regímenes autoritarios que existían esos años en América Latina en particular en Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile.
- Esto porque, al contrario de los anteriores gobiernos de Richard Nixon y Gerald Ford, su administración puso énfasis en la recuperación de la democracia en esos países y el respeto a los derechos humanos.
- Ya en los debates de su campaña presidencial, Carter mencionó explícitamente la situación chilena, fustigó a su rival Ford por no condenar el golpe de Estado de 1973 y dijo que se terminarían los “días de intervencionismo unilateral” de Estados Unidos.
- Tras asumir creó en el Departamento de Estado una Oficina de Derechos Humanos y Asuntos Humanitarios que elaboraba informes anuales sobre DDHH en distintos países.
- Carter solía preguntar sobre la unidad de la oposición en Chile y presionó al régimen con la reducción de la ayuda militar y económica.
- La paradoja es que fue su sucesor, el republicano Ronald Reagan, quien jugó un papel clave en la derrota de Pinochet en el plebiscito de 1988.
Debatida invitación. Pinochet apenas realizó viajes al extranjero durante sus 17 años en el poder. En los primeros años del régimen visitó a sus pares de Brasil, Paraguay y Argentina y en 1975 asistió al funeral del dictador Francisco Franco en España.
- Pero en 1977 fue invitado por el gobierno de Carter a participar en Estados Unidos de la firma del Tratado del Canal de Panamá (Tratado Torrijos-Carter) que otorgaba a ese país centroamericano el control absoluto del canal a partir de 1999. Desde 1914 el canal que une los océanos Pacífico y Atlántico había sido controlado por Estados Unidos, que desarrolló la mayor parte de su construcción.
- Fuentes que conocieron de cerca la tensa relación con Pinochet señalan que en la Casa Blanca hubo un intenso debate sobre si invitar o no al acto a los gobernantes latinoamericanos, lo que contradecía el discurso de Carter.
- El mandatario se asesoraba con Robert Pastor, el influyente consejero de Seguridad Nacional para temas de América Latina y con Patricia Derian, la subsecretaría para Derechos Humanos de esa administración.
- Ellos habían analizado si mantener o no relaciones diplomáticas con el gobierno de Chile, impactadas tras el asesinato en Washington DC del excanciller de la Unidad Popular Orlando Letelier, ocurrido un año antes en septiembre de 1976, mediante un coche bomba, atentado en que también falleció su secretaria la estadounidense Ronni Moffitt.
- Finalmente Carter resolvió mantener las relaciones para presionar a Pinochet -y no perder su influencia en la región- a través de las resoluciones de Naciones Unidos y los informes de DD.HH.
- Del mismo modo decidió invitarlos al acto por el Canal de Panamá, porque el tratado perdía fuerza sin la participación de América Latina. Por ello invitó tanto a Pinochet como al dictador de Paraguay Alfredo Stroessner.
Un brusco saludo. Robert Pastor que había recomendado no invitarlos, contrariado con la decisión de Carter, y publicó un duro artículo sobre la situación de DD.HH. en Chile en The Washington Post pocos días antes de la visita de Pinochet.
- Pinochet llegó a la Casa Blanca el 6 de septiembre de 1977 vistiendo un terno claro y corbata, distinto del uniforme militar que lucía en sus actividades oficiales en Chile.
- Según conocedores de la historia fue recibido por Carter y su secretario de Estado, Cyrus Vance, mientras Pastor los acompañaba a un lado.
- Tras un amable saludo e intercambiar palabras protocolares con el mandatario norteamericano y Vance, el gobernante chileno se acerca a Pastor y al saludarlo le da un fuerte tirón del brazo, que casi lo hace caerse al suelo, señalan altas fuentes diplomáticas que estuvieron al tanto de lo ocurrido. Todos se dieron cuenta de la situación y el asesor quedó desconcertado, al igual que el resto de los presentes. Su única interpretación es que Pinochet había leído el artículo del Washington Post y que su gesto era una clara muestra de su desagrado.
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La conversación. Al término del encuentro, Carter fue abordado por la prensa norteamericana. Esta es la transcripción de la conferencia:
-Carter: “Era el Presidente Pinochet de Chile y tuvimos una buena conversación sobre asuntos que son importantes para nosotros. Hablamos de la posibilidad de que Bolivia tenga acceso al océano, de la importancia de que Chile ratifique el tratado de no proliferación y aplique el Tratado de Tlatelolco. También hablamos de la importancia de frenar la carrera armamentista en la región andina. Y hablé con el Presidente Pinochet sobre el problema que existe con la cuestión de los derechos humanos en Chile, y me describió algunas de las medidas que están tomando para mejorar los derechos de la gente allí, que se ha recuperado del reciente golpe de Estado, y también hablamos de la posibilidad de que algunos observadores pudieran ir a Chile para observar lo que se ha hecho allí”.
-Periodista: ¿Le ha preguntado usted sobre los norteamericanos desaparecidos en Chile?
-Carter: “Hablamos de la liberación de los presos y del derecho de los mismos a ser juzgados, de la celeridad del sistema judicial, que, según admitió, se ha demorado en algunos casos, y de la eliminación de su agencia de inteligencia, creo que hace un par de semanas; también del nuevo proceso por el cual un preso puede ser liberado de la cárcel a cambio de su extradición. En otras palabras, si quiere ser liberado, abandona el país. Hemos tenido una discusión muy franca sobre este grave problema. Creo que los dirigentes chilenos, incluido el Presidente Pinochet, reconocen que la reputación de su país ha sido muy pobre en materia de derechos humanos. Reconoció que han tenido problemas en el pasado. Afirmó que se han hecho progresos en los últimos meses y me dijo que sus planes son para un aumento de las libertades humanas en el futuro”.
-Periodista: “¿Qué les dice a las personas que dicen que no deberían reunirse con esos dictadores?”
-Carter: Bueno, no, no creo que esto deba ser un obstáculo para que me reúna con ellos, para describirles los problemas tal como los veo, para pedirles explicaciones de una manera muy franca y directa y para solicitarles sus planes para aliviar el problema o la explicación de las acusaciones que se han hecho contra sus gobiernos.
Por qué importa. El que Carter se enfrentara a Pinochet, tras el apoyo que había recibido de las administraciones anteriores, caló hondo en la oposición chilena, tanto al interior del país como fuera de éste. Un diplomático de la época cuenta que aquello significó un cambio copernicano, ya que no solo dio un impulso anímico a los detractores del dictador, sino que aumentó la presión internacional hacia él y supuso de alguna forma que la oposición contara ahora con el respaldo de la Casa Blanca, que había ayudado a sacar a Allende.
- Fue Reagan, el republicano que sucedió a Carter, quien terminaría por cercar al régimen militar.