Una joven holandesa, que había pedido la eutanasia en su país y que se hizo conocida por un libro de autoayuda con su historia, murió en la ciudad de La Haya.
El deceso de Noa Pothoven, de 17 años, se produjo porque la adolescente tomó la decisión de dejar de alimentarse para provocarse la muerte y terminar con su sufrimiento. No ingerir alimento la debilitó hasta el punto de una falla orgánica.
La joven arrastraba los trastornos de ánimo desde pequeña, después que fue violada por un primo y lo que le provocó un trastorno de estrés postraumático, depresión y anorexia, en poco tiempo.
Se supo que la joven había iniciado los contactos con una clínica "para el final de la vida" a fines de diciembre de 2018, porque esperaba morir acompañada por sus seres queridos, sin dolor y de forma digna.
Al conocerse el deceso de la joven, circuló una versión errónea -que T13.cl también reprodujo- que señalaba que dicha clínica había accedido a la petición de eutanasia. Sin embargo, con posterioridad se emitió un comunicado que aclaró que no hubo asistencia de médicos ni participación del establecimiento en el deceso.
"Debido a razones de privacidad no podemos hacer ningún comentario. Nos remitimos a lo que han dicho los amigos de Noa esta tarde: "No fue una eutanasia, dejó de sufrir, dejó de comer y beber", se señaló el texto.
En Holanda la ley de Terminación de la Vida es legal desde 2002, aunque en la práctica es aceptada desde 1993. El país europeo se convirtió en el primero en el mundo en legalizar la eutanasia y pueden pedirla niños a partir de 12 años que sufran enfermedades sin cura y padecimientos insufribles. En estos casos se requiere el consentimiento de los padres, sin embargo, a partir de los 16 años, basta solo la voluntad del paciente, más una autorización y asistencia médica para el deceso.
Ellos necesitan el permiso de los padres, pero desde los 16 años deciden por su cuenta, siempre que tengan autorización y ayuda médica.
El 2 de noviembre Pothoven publicó un libro titulado Ganar o aprender, con el que, según dijo en su momento, esperaba ayudar a jóvenes vulnerables que luchan por su vida.
Un día antes de su muerte, la joven realizó una publicación en Instagram en la que contaba la decisión que había tomado y le pedía también a sus amigos y seguidores que no intentaran hacerla cambiar de parecer.
"Estuve deliberando por un tiempo si debería o no compartir esto, pero decidí hacerlo de todos modos. Tal vez esto sea una sorpresa para algunos, dado mis publicaciones sobre hospitalización, pero mi plan no es impulsivo. Tras años de luchar y pelear, estoy agotada”, escribió.
“He dejado de comer y beber por un tiempo y, después de muchas discusiones y evaluaciones, decidí dejarme ir porque mi sufrimiento es insoportable", agregó Pothoven.
