Un informe emitido por el Instituto Biomecánico de Valencia aseguró que el "enfoque machista" de los automóviles produce más lesiones en mujeres que en hombres tras accidentes.
Según el estudio, que pertenece al proyecto Diamond, financiado por la Unión Europea y coordinado por la institución tecnológica Eurecat, hizo el llamado a repensar la forma en que se construyen los vehículos.
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Tal como demostraron las conclusiones del mismo, la seguridad sería un tema clave que debe ser mejorado en los automóviles. Esto es debido a que en las pruebas de seguridad, sólo se utiliza maniquíes de antropometría y biomecánica de hombres.
Esto quiere decir que las consecuencias de colisiones y accidentes se estudiaron siempre en función del cuerpo de un hombre.
Además, en los últimos años se comenzó a utilizar un supuesto maniquí que representaría a la mujer, pero el estudio critica que se trata meramente de "un maniquí masculino a escala reducida".
Otra cosa que influiría directamente en la seguridad vial de las mujeres es el hecho de que su consideración siempre estaría en el asiento del copiloto, nunca frente al volante.
Seguridad vial para embarazadas, aún peor
La protección de mujeres embarazadas es otra de las preocupaciones de los investigadores. Para el 64% de las que superan los seis meses de gestación, el cinturón de seguridad no es una medida de protección válida.
Por si fuera poco, el estudio asegura que el índice de mortalidad fetal más alto se da justamente en accidentes de tráfico.
En cuanto a cifras, una mujer cuenta con un 47% más riesgo que un hombre de sufrir lesiones graves en un siniestro y que el porcentaje sube al 71% cuando se habla de lesiones moderadas.
En cuanto a la probabilidad de muerte, para las mujeres sería un 17% mayor que el de los hombres.
Finalmente, el estudio "El vehículo autónomo visto con gafas violeta. Ideas para un coche autónomo más inclusivo y equitativo desde la perspectiva de género", pone el foco en los creadores de los diseños de automóviles.
Por eso indican que existe "un claro predominio de ingenieros y diseñadores varones (...) que demuestra la existencia de una cultura de masculinidad normativa dentro de la industria que es poco probable que se manifieste en un diseño reflexivo e inclusivo de género".