El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó el domingo (22.01.2022) que las banderas en los edificios públicos de todo el país ondeen a media asta hasta el 26 de enero para honrar a las víctimas del tiroteo en California, que dejó 10 muertos.
Esta orden del mandatario es "una señal de respeto por las víctimas de los actos de violencia sin sentido perpetrados el 21 de enero de 2023 en Monterey Park, California", señaló un comunicado de la Casa Blanca.
La policía de Los Ángeles anunció la tarde de este domingo que el sospechoso del tiroteo murió "por una herida de bala autoinfligida".
El sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, indicó que se rastreó una camioneta que tenía aviso de búsqueda y que cuando los agentes se acercaron, escucharon un disparo dentro del vehículo.
No hay más sospechosos
"El sospechoso sufrió una herida de bala autoinfligida y fue declarado muerto en la escena", detalló.
Identificó al fallecido como Huu Can Tran, de 72 años.
"Puedo confirmar que no hay sospechosos pendientes por el tiroteo masivo", agregó Luna, quien dijo que aún se desconoce el motivo del ataque, que dejó 10 muertos.
"La investigación aún está en curso. Los detectives de homicidios (...) trabajan día y noche para recopilar información adicional y determinar el motivo detrás de este incidente extremadamente trágico", señaló.
El presidente estadounidense señaló este domingo que tanto él como la primera dama, Jill Biden, rezan por las víctimas del tiroteo. "Si bien todavía hay mucho que desconocemos sobre el motivo de este ataque sin sentido, sabemos que muchas familias están de duelo esta noche o rezan para que su ser querido se recupere de sus heridas", dijo en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
Biden pendiente de la situación
Biden había señalado por la mañana en Twitter que estaba siguiendo la situación de cerca y animó a la población a seguir las instrucciones de los oficiales locales y de las fuerzas del orden.
El tiroteo se produjo sobre las 22.22 hora local del sábado (06.22 GMT de hoy, domingo) en una sala de baile de Monterey Park, a unos 13 kilómetros al este de Los Ángeles.
En Monterey Park, donde según datos oficiales un 65,5 % de los residentes son de origen asiático, se habían reunido horas antes miles de personas para celebrar el Año Nuevo Chino. El festival estaba previsto que continuara hoy, pero ha sido suspendido.