"Estamos tomando las medidas adecuadas", afirmó el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo. Estados Unidos emitió este martes las primeras sanciones contra los 21 sospechosos de la muerte del periodista disidente saudí Jamal Khashoggi, que incluyen una eventual revocación de visados para quienes dispongan de él, así como declararlas personas no aptas para obtener un visado de Estados Unidos.
Pompeo señaló que algunos de los identificados trabajan en los servicios secretos, el palacio real, el Ministerio del Exterior y otros ministerios saudíes y advirtió que "estos castigos no serán la última palabra en la cuestión". "Estamos dejando muy claro que Estados Unidos no tolera este tipo de acción despiadada para silenciar al señor Khashoggi, un periodista, a través de la violencia", añadió el jefe de la diplomacia estadounidense, aunque admitió que Washington aún está aguardando a conocer todos los hechos.
Un "completo fiasco" para Trump
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, se refirió al caso Khashoggi desde la Casa Blanca como "uno de los peores encubrimientos en la historia de los encubrimientos". El presidente indicó que había hablado el día anterior con el príncipe heredero saudí: "Él me dijo expresamente que no tuvo nada que ver con esto, que sucedió a un nivel más bajo", dijo Trump, quien dejó abierto quién es el responsable de este "completo fiasco".
"Creo que quien sea que pensó en esta idea está en grandes problemas, debería estar en grandes problemas", dijo. Añadió que Arabia Saudí está en "una parte desagradable del mundo" pero que eso no es excusa. Trump señaló que se asesorará con el Congreso sobre posibles medidas punitivas, tanto con los miembros de su Partido Republicano como con los demócratas opositores.
La venta de armas no se verá afectada
Durante una reunión posterior con la cúpula militar de Estados Unidos, Trump insistió en que "nada de lo que han hecho" los saudíes en esa operación "ha ido bien". "Yo diría que fue un completo fiasco desde el primer día", insistió. Trump aseguró que muchos líderes de países influyentes están enfadados por el asesinato del periodista, y destacó: "Nadie lo está más que yo". Trump reiteró, no obstante, que no se inclina por restringir la venta de armas a Riad, porque "Rusia, China y Francia se aprovecharían rápidamente" de esa oportunidad de negocio.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, había indicado previamente: "Vamos a ir hasta el fondo de esto. Este brutal asesinato de un periodista, de un hombre inocente, de un disidente, no se quedará sin una respuesta estadounidense y, espero, sin una respuesta internacional".
