Estados Unidos denunció este martes un supuesto ataque químico, ocurrido el pasado 19 de mayo en el noroeste de Siria, por parte de las fuerzas fieles al presidente Bashar al Asad.
"Desafortunadamente, continuamos viendo indicios de que el régimen de Al Asad podría haber reanudado el uso de armas químicas, incluido un supuesto ataque con gas cloro la mañana del 19 de mayo de 2019 en el noroeste de Siria", dijo la portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Morgan Ortagus, en un comunicado.
El Gobierno estadounidense indicó que todavía está recopilando información sobre ese incidente, del que no ofreció detalles, y reiteró su advertencia de que EE. UU. actuará rápido junto a sus aliados si el Ejecutivo de Damasco emplea armamento químico.
Ortagus señaló que el presunto ataque químico forma parte de "una campaña violenta del régimen de Al Asad que viola el alto el fuego que ha protegido a varios millones de civiles en la zona de Idlib".
"Esta renovada ofensiva del régimen sirio ha tenido como blanco comunidades de esa área, que incluyen un gran número de sirios que ya se habían desplazado por la violencia en otras partes de Siria, y ha destruido instalaciones sanitarias, escuelas, viviendas y campamentos de desplazados internos", agrega el comunicado.
EE. UU. insistió en que los ataques por parte de las autoridades sirias a zonas del noroeste del país deben cesar y recordó que cualquier agresión contra el área de "distensión" de la provincia de Idlib será una "escalada temeraria que amenace con desestabilizar la región".
Críticas a Moscú
El Departamento de Estado criticó a Rusia por sus acusaciones contra los llamados Cascos Blancos, que prestan labores de rescate en áreas fuera del control del Gobierno sirio.
Consideró que esas alegaciones rusas, que tachan a los Cascos Blancos de colaborar con "terroristas" en Siria, forman parte de "la campaña de desinformación por parte del régimen de Asad y Rusia para crear una narrativa falsa de que otros deben ser culpados por los ataques químicos que el propio régimen de Al Asad lleva cabo".
El Gobierno estadounidense aseguró que el pasado 24 de noviembre las tropas gubernamentales sirias y Rusia "intentaron inventarse un ataque con armas químicas cerca de Alepo y culparon a las fuerzas de la oposición".
Se reaviva la violencia en Idlib
Ayer, las fuerzas leales Al Asad y los opositores se enfrentaron en combates en la zona de distensión de Idlib, pese al anuncio de Rusia del inicio de una tregua unilateral por parte de Damasco.
La mayor parte de Idlib están en poder del Organismo de Liberación del Levante, la antigua filial siria de Al Qaeda, y otras organizaciones islamistas. El pasado septiembre Rusia y Turquía, valedora de los rebeldes, acordaron crear una zona desmilitarizada alrededor del enclave de Idlib, pero en las últimas semanas se ha reavivado la violencia.
La Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ha bombardeado Siria en dos ocasiones en respuesta a presuntos ataques químicos por parte del Gobierno de Damasco, en abril de 2017 y de 2018.