Estados Unidos confirma su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU
Estados Unidos confirmó su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) tras las fuertes críticas que enfrenta la administración de Trump por la separación de padres e hijos que ingresan ilegalmente al país.
El anuncio fue realizado por la representante estadounidense Nikki Haley, quien calificó a esa instancia como un "nido de motivaciones políticas".
"Tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y centrada en sí misma que hace una burla de los derechos humanos", expresó.
El secretario General de la ONU, Antonio Guterres, lamentó la decisión diciendo que "hubiera preferido mucho" que Estados Unidos permaneciera en el consejo.
"La arquitectura de derechos humanos de la ONU juega un papel muy importante en la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo", dijo en un comunicado.
Se trata de una medida inédita. Nunca antes -desde su formación en 2006- un país había abandonado voluntariamente esta instancia. El anuncio, además, viene a sentar un paso más en la política de Trump de retirarse de foros y acuerdos internacionales, como ya lo hizo con la Unesco, el acuerdo nuclear con Irán y el acuerdo de París sobre el clima.
La medida se produce luego que el alto comisionado de la ONU, Zeid Ra’ad al-Hussein, llamara a Washington a detener esta política "irracional" y "cruel".
Quien también se sumó a las críticas fue la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, quien llamó a terminar con la polémica medida. Mediante un comunicado aseguró que odia "ver niños separados de sus familias y espera que ambos lados (republicanos y demócratas) puedan finalmente unirse para lograr una reforma migratoria exitosa".
Como los niños no pueden ser enviados a las prisiones donde están sus padres, son separados y enviados a centros de detención para menores hasta que puedan ser reubicados con un padre, tutor o en su defecto, con familias de acogida.
Aunque la salida de EE.UU se da en medio de la polémica por la política migratoria, ya en 2017 Haley había advertido sobre la posibilidad de abandonar el organismo, acusando un "sesgo" frente a la situación de Israel y criticando la decisión de aceptar a países como Venezuela y Cuba, consigna Deutsche Welle.
Este año Washington impulsó un proyecto de resolución que contemplaba cambios profundos en ese grupo.
Entre las propuestas estadounidenses se destacan un dispositivo para que países acusados de cometer violaciones a los derechos humanos puedan ser excluidos del Consejo con mayoría simple en la Asamblea y no con el voto de dos tercios.
Exigía también que la cuestión de los "derechos humanos en Palestina" no sea incluida en la agenda de forma sistemática.