AFP
Corea del Norte era sospechosa de estar detrás de este virus informático, el programa de secuestro ('ransomware') WannaCry, que exigía un pago para devolver el acceso a la máquina. Reino Unido ya había acusado a Pyongyang, pero Estados Unidos todavía no.
El asesor de seguridad interna estadounidense Tom Bossert así lo anunció al Wall Street Journal op-ed, y se esperaba que aportara más detalles en una declaración ante la prensa este martes.
"El ataque se esparció y costó billones, y Corea del Norte es directamente responsable", escribió.
"No hacemos esta acusación a la ligera. Está basada en pruebas".
WannaCry infectó los ordenadores del Servicio Nacional de Salud británico (NHS), de la compañía de telecomunicaciones española Telefónica y de la compañía estadounidense de logística FedEx, entre otros.
"Estas perturbaciones pusieron vidas en peligro", añadió Bossert.
"Corea del Norte ha actuado especialmente mal [...] durante más de una década, y su comportamiento maligno es cada vez más indignante. WannaCry fue indiscriminadamente imprudente".
Bossert afirmó que Washington debe liderar los esfuerzos para cooperar con otros gobiernos y empresas con el fin de "mitigar el riesgo cibernético y aumentar los costes de los 'hackers'" y mejorar la seguridad de internet.
El ataque WannaCry se propagó rápidamente por todo el mundo aprovechando una falla del sistema operativo Windows XP.
El virus bloquea los documentos de los usuarios y los hackers exigen a sus víctimas pagar una suma de dinero en la moneda electrónica bitcoin para permitirles acceder nuevamente a los archivos.