La ministra de Igualdad, Irene Montero, considera que el hecho de que uno de los miembros de La Manada haya reconocido la violación a una joven madrileña en las fiestas de san Fermín de 2016 y haya pedido perdón "es el primer paso para la reparación de la víctima", y ha afirmado que "hoy suena más fuerte el 'Yo sí te creo'".
Así ha reaccionado en Twitter tras conocerse que José Ángel Prenda, uno de los cinco miembros de La Manada condenados a quince años de prisión por abusar en grupo de una joven, ha reconocido por primera vez la violación, que siempre negó en el juicio, y ha pedido perdón a la víctima a través de una carta escrita a mano en la cárcel.
Que uno de los violadores de La Manada reconozca la violación y pida perdón es el primer paso para la reparación de la víctima.
— Irene Montero (@IreneMontero) October 7, 2021
La reparación social también es importante: tira por tierra los cuestionamientos y acusaciones de denuncia falsa. Hoy suena más fuerte el #YoSiTeCreo
Montero cree que este es el primer paso para la reparación de la víctima y ha añadido que la reparación social también es importante ya que "tira por tierra los cuestionamientos y acusaciones de denuncia falsa".
En la misiva, el condenado pide también "que por favor conste en mi ejecutoria y expediente penitenciario esta solicitud", en lo que eldiario.es evalúa como "una estrategia para lograr el tercer grado penitenciario".
El diario recuerda que el agresor ha pasado ya cuatro años y tres meses en la cárcel, lo que supone una cuarta parte de la condena cumplida, así que podría comenzar a pedir permisos temporales de salida .
Este proceso, que sería valorado por una Junta de Tratamiento, tendría en cuenta justamente, entre otros temas, si el recluso ha pedido perdón a la víctima y ha reconocido el delito cometido.
Este reconocimiento del líder de 'La manada' supone ahora un cambio en su versión de que las relaciones fueron consentidas, algo que Prenda defendió no solo durante el juicio sino también en los últimos cinco años, entre otros, en una carta enviada a los medios, negando los hechos, defendiendo su inocencia y acusando a la víctima de inventar la agresión y de dejar "a cinco familias destrozadas por una mentira".