El primer y único debate "a cuatro" que se producirá en televisión en las elecciones presidenciales en España terminó sin claros vencedores hoy (14.06.2016) en Madrid. En un "todos contra todos" pero con un enemigo común a abatir en la figura del líder del partido conservador PP, Mariano Rajoy, los líderes del PSOE (socialistas), Pedro Sánchez, Ciudadanos (liberales), Albert Rivera, y Podemos (izquierda), Pablo Iglesias, se enfrentaron en un intenso intercambio dialéctico que fue de menos a más.
El diálogo televisivo comenzó frío y, durante toda la noche, los únicos que parecieron respetarse fueron los candidatos del PSOE y Ciudadanos, conscientes de que es probable que tengan que pactar y todavía con la resaca de su acuerdo de investidura fallido de hace apenas unos meses.
Animado por las encuestas de intención de voto publicadas en la última semana, que colocan a su partido como segunda fuerza política en el país, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, atacó durante todo el debate a Rajoy y a Rivera mientras que eludió el cuerpo a cuerpo con Sánchez, a quien volvía a tender la mano para formar un gobierno "de cambio" después de las elecciones del 26 de junio.
El líder socialista, por su parte, criticó en numerosas ocasiones que Rajoy todavía siga en la Moncloa y no se hayan puesto en marcha las políticas progresistas que defiende, y acusó a Pablo Iglesias y a Podemos de que, junto al PP, votaron en contra de su fallida investidura.
"Se equivoca el señor Sánchez al situarse como adversario. Yo no soy el rival sino el PP", le contestó Iglesias, quien pidió al líder del PSOE que diga de una vez por quién va apostar tras el 26J, si por la abstención a Rajoy o por un gobierno con Podemos. Iglesias, además, arremetió contra Rivera, al que tildó de "escudero" de Rajoy.
"Usted no pide dinero a los bancos porque se lo da el régimen de Maduro", le contestó con dureza el líder de Ciudadanos, quien acusó a Iglesias de ser un lobo que se esconde con la piel de un cordero socialdemócrata. Acusaciones rechazadas de plano por Iglesias, quien consideró "muy grave" que se le imputen delitos en un debate en televisión, lo que atribuye a los "nervios" y a la "desesperación" de algunos.
Corrupción, tema clave
Todo se animó cuando llegaron al tema de la corrupción. Sin llamar a Rajoy "indecente" como en la anterior campaña, Sánchez insistió en que el ahora presidente en funciones (Rajoy) debería haber dimitido en cuanto se conoció el caso Bárcenas.
"Usted es el presidente de un partido en B y los españoles no lo merecen", denunció Sánchez aludiendo a la financiación ilegal del PP destapada por los tribunales hace unos meses.
Rajoy, por su parte, se preguntó quiénes son Sánchez o Rivera para insinuar que tiene que dejar el Gobierno cuando fue el ganador las elecciones del 20 de diciembre y las encuestas apuntan que lo volverá a hacer el 26J.
Más allá de la corrupción, la política económica también enfrentó a los cuatro candidatos.
"Usted vende humo. Prometió bajar los impuestos en 2011 y los ha subido", le criticó Rivera, que también arremetió contra Iglesias por pretender "machacar" a la clase media con la subida de impuestos que ha prometido. Sánchez, por su parte, denunció el "revanchismo ideológico" del PP e Iglesias bromeó con los dos millones de puestos de trabajo que promete Rajoy.
El presidente del PP reprochó a sus contrincantes que dijeran "algunas mentiras" sobre su gestión.
"Al Gobierno no se viene a hacer prácticas, se viene aprendido y conociendo los temas", alertó Rajoy.
Este es el único debate a cuatro que habrá antes de las elecciones del 24 de junio, las segundas en seis meses.
La lucha contra el terrorismo ha levantado las únicas coincidencias del debate, pues los cuatro candidatos han destacado la importancia de la cooperación en inteligencia con otros países para su erradicación.