La policía de Hong Kong disparó gases lacrimógenos este miércoles para dispersar a los manifestantes que trataban de alcanzar el Parlamento, y que protestan contra el proyecto de ley destinado a autorizar las extradiciones a la China continental.
Los violentos enfrentamientos, en los que la policía usó además gas pimienta y porras, empezaron poco después de las 15 horas (07:00 GMT), la hora límite que los manifestantes habían dado al gobierno para abandonar el polémico proyecto de ley. Estos también actuaron violentamente, con el lanzamiento de botellas, vallas metálicas y adoquines.
Las filas de la policía antidisturbios fueron rápidamente superadas por los manifestantes, muchos de ellos con máscaras, cascos o gafas protectoras. A última hora de la mañana, con la multitud en aumento y las carreteras principales bloqueadas por los manifestantes, los representantes del Consejo Legislativo (LegCo) habían anunciado que retrasaban la segunda lectura del proyecto de ley "a una fecha posterior".
"Llamo a los ciudadanos que se han concentrado a la moderación, a dispersarse pacíficamente y a no desafiar la ley", había pedido en vano Matthew Cheung, secretario en jefe del gobierno, en un video difundido en las redes sociales.
Una vez vencido el plazo dado por los manifestantes, estos irrumpieron en la explanada del LegCo en un intento de entrar en el edificio, lanzando objetos a la policía antidisturbios, entre ellos barras metálicas. La policía respondió cargando contra los manifestantes, que se escudaban en paraguas, recordando las manifestaciones de 2014 por el sufragio universal.
El domingo Hong Kong vivió la mayor marcha que se recuerda en el país, con un millón de personas manifestándose en sus calles. Sin embargo, la primera ministra hongkonesa, Carrie Lam, se negó a retirar el proyecto de la ley de extradición a China, y advirtió a la oposición en contra de cualquier "acción radical".
"La única cosa responsable ahora es que Carrie Lam retire ese malvado proyecto, o al menos que lo ponga en un cajón para resolver la crisis", declaró el diputado demócrata Fernando Cheung. "Si intenta aprobarlo a toda costa, si ordena a la policía reprimir, temo (...) que corra sangre", agregó.