Las autoridades panameñas encontraron este martes una fosa común en una comarca indígena donde horas antes fueron rescatadas 15 personas que habían sido retenidas por una secta religiosa, informó el director general encargado de la Policía Nacional, Alexis Muñoz.
"Cuando llegó el personal al área se nos dio la información de que había una fosa en el lugar, la Policía Nacional confirmó la existencia de esta fosa", dijo Muñoz a periodistas, sin confirmar la existencia de cuerpos en su interior.
Según el canal panameño TVN, en la fosa hay siete cadáveres, incluyendo seis de menores de edad. Esta versión fue confirmada a la AFP de manera extraoficial por la fiscalía panameña.
La Policía había rescatado horas antes a 15 personas, entre ellos niños, que permanecían retenidas por una secta religiosa en la comarca Ngäbe Buglé, una zona indígena de difícil acceso, a unos 250 km de la capital panameña.
Según Muñoz, los rescatados presentaban lesiones corporales por golpes. "Estaban tratando como de adoctrinarlos", indicó Muñoz.
Esta operación de la Policía Nacional y la fiscalía, "se dio con la captura de 10 miembros de la secta" conocida como La Nueva Luz de Dios, precisó el Ministerio de Seguridad Pública en su cuenta de Twitter.
Guillermo Arrocha, de la Caja del Seguro Social, informó a periodistas que entre los liberados hay siete niños y dos mujeres embarazadas que han sido atendidos por personal médico. Algunos de los rescatados presentan golpes y quemaduras, según Arrocha.
"Estamos hablando de un tema complejo, de un grupo que se dedicaba a maltratar y cometer actos criminales en contra de la comunidad", declaró el fiscal superior regional de la provincia de Bocas del Toro, Rafael Baloyes.
Tras la liberación, un equipo de la fiscalía se trasladó al lugar para verificar la existencia de fosas.
Dos personas que fueron atendidas recientemente en un hospital de la provincia de Veraguas habían denunciado que la secta decía realizar exorcismos.
El pasado 5 de diciembre las autoridades panameñas detuvieron a 17 extranjeros, entre ellos dos niños, supuestamente integrantes de otra secta religiosa, en un operativo realizado en la localidad costera de San Carlos, a unos 75 kilómetros al oeste de Ciudad de Panamá.