En Perú el desayuno del candidato presidencial es tan importante como el voto
AFP
Keiko Fujimori cocina para las cámaras. Pedro Pablo Kuczynski lame sus dedos devorando un chicharrón de cerdo. Verónika Mendoza prefiere pan serrano en una mesa andina. Todo en vivo. En día de elecciones presidenciales en Perú, la comida sigue siendo lo más importante, y los candidatos lo saben.
En este país andino, donde sus habitantes rinden adoración a su gastronomía, la comida es un ingrediente clave en la campaña y puede incluso ayudar a ganarse el cariño de la gente o echar abajo a un candidato. Quien no le da el valor debido, es como si ofendiera a su madre.
Si no, que lo diga el candidato Alfredo Barnechea, que estaba peleando el tercer lugar con Mendoza en estos comicios, y apartó bruscamente la mano de una cocinera que le ofrecía un trozo de chicharrón. Cayó en las encuestas y fue destruido en las redes sociales.
Este domingo, se ha comido el chicharrón y ha recordado, al igual que su esposa, que este ingrediente, principal amigo del colesterol, es parte de la dieta de la clase popular peruana y está presente en los desayunos domingueros.
En el Perú, el cariño se demuestra con comida.
"En estas elecciones se ha demostrado el poder que tiene la comida peruana sobre el peruano. El mejor ejemplo fue Barnechea. En el peruano, el vínculo de comunicación, de amistad, siempre es y será el alimento", dijo a la AFP el investigador gastronómico y profesor universitario, Rodolfo Tafur.
Y es un hecho que se remonta a épocas ancestrales. "En la época de los incas, cuando te acercabas a relacionarte con otra persona, se entregaba chicha -licor de maíz- y hojas de coca. Si la chicha no era aceptada, era casi una declaratoria de guerra", agrega Tafur.
El primer desayuno
La costumbre del desayuno el día de elecciones fue instaurada por el entonces candidato Alberto Fujimori (1990-2000), cuando enfrentaba al favorito Mario Vargas Llosa. En una mesa, con su familia, compartió tamales, explotando el vínculo del peruano con sus tradiciones.
Hoy, Fujimori, el séptimo expresidente más corrupto del mundo según Transparencia Internacional, purga una condena de 25 años. Pero su legado con la comida quedó intacto y continúa. Y es muy importante que sea en familia.
Este domingo, la favorita Keiko Fujimori preparó una salchicha oriunda del norte del Perú, para su esposo, sus dos hijas y su madre Susana Higuchi, quien vuelve a escena tras años de distanciamiento, ya que alguna vez denunció haber sido torturada por Fujimori padre en los servicios de inteligencia, lo que para la candidata es una "leyenda".
Antes de sufragar disfrutamos un desayuno familiar. Con prudencia esperaremos los resultados. ¡Hoy gana el Perú! pic.twitter.com/JnvxoXweVE
— Keiko Fujimori (@KeikoFujimori) 10 de abril de 2016
Kuczynski, en el segundo lugar, fue a un comedor de un barrio popular en Lima en compañía de su esposa, donde devoró con fruición un plato de chicharrón (lomo de cerdo frito en su propia grasa) en medio de preguntas de periodistas de si "el plato estaba rico". Luego bailó amenamente con una simpatizante.
Compartir un desayuno con nuestros amigos de La Victoria es la mejor manera de empezar el día. #UnidosLaHacemos pic.twitter.com/B658ajVNwm
— PedroPablo Kuczynski (@ppkamigo) 10 de abril de 2016
La izquierdista Mendoza, quien pelea por el segundo lugar con Kuczynski, prefirió la casa donde vivió en su niñez en Andahuaylillas, Cusco (sureste), para compartir la primera comida del día junto a su familia: lechón, pan de trigo y tamales y mote con queso, en una mesa andina decorada como para foto de catálogo. Alimentados todos, se fueron a votar.
Con el fogón de mi abuela, en Andahuaylillas. En el calor del hogar y con el amor familiar. Ahí está nuestra fuerza! pic.twitter.com/I9yDm7deia
— Verónika Mendoza (@Vero_Mendoza_F) 10 de abril de 2016